Deuteronomio 32:39
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Nga Alexander Payne (makinë e përkthyer në Español)
Versículo 39. En este estado el alma percibe claramente que todo el poder pertenece al Señor, es decir, al Señor Jesucristo, solamente; ni hay verdad que combata con las falsas y los males sino la que procede de Él: según el influjo que viene de Él es recibido, o pervertido y rechazado por el hombre, el alma se destruye o se salva; se enferma o se sana; si deriva su poder del Señor, es invulnerable a todo el poder del infierno.