Doctrina de Vida para la Nueva Jerusalén #3
3. Que todo hombre que tiene religión sepa y reconozca que aquel que vive en el bien es salvo. Y que aquel que vive en el mal es condenado, es por la conjunción del cielo con el hombre, el cual, por la Palabra, conoce que hay un Dios, que hay un Cielo y un Infierno y que hay una vida después de la muerte; de allí viene esa percepción general. Es por eso, que en la doctrina de la fe atanasiana sobre la Trinidad, doctrina universalmente recibida en el mundo cristiano, esta proposición, que se encuentra en su fin, fue también universalmente reconocida a saber: "Jesús Cristo, que sufrió por nuestra salvación, subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre Omnipotente, de donde debe venir para juzgar a los vivos y a los muertos; y entonces, los que hicieron el bien entrarán en la vida eterna, y los que hicieron el mal, en el fuego eterno."