El Cielo y el Infierno #180
180. Por llevar los ángeles vestiduras en el cielo, aparecieron también vestidos cuando fueron vistos en el mundo, por los profetas y asimismo los que fueron vistos en el sepulcro del Señor:
“cuyo aspecto era como el relámpago y sus vestidos radiantes y blancos como la luz” (Mateo 28:3; Marcos 16:5; Lucas 24:4; Juan 20:12-13);
y como los que fueron vistos en el cielo por Juan:
“cuyos vestidos eran de lino fino y blancos como la luz” (Apocalipsis 4:4; 19:11, 13-14.
Y puesto que la inteligencia viene de la Divina verdad:
“cuando fue transfigurado el Señor resplandecieron sus vestidos blancos como la luz” (Mateo 27:2; Marcos 9:3; Lucas 9:29).
Que la luz es la Divina verdad procedente del Señor puede verse arriba (n.129); de ahí que vestidos en el Verbo significan verdad, y en su consecuencia inteligencia; como según Apocalipsis:
Los que no han ensuciado sus vestidos andarán conmigo en vestiduras blancas porque son dignos; él que venciere será vestido de vestiduras blancas (Apocalipsis 3:4-5).
Bienaventurado el que vela y guarda sus vestiduras (Apocalipsis 14:15).
Y acerca de Jerusalén, por lo cual se entiende la iglesia que se halla en la verdad, según Isaías:
Despierta, vístete tu fortaleza, oh Zion, vístete tu ropa de hermosura, oh Jerusalén (Isaías 52:1).
Y según Ezequiel:
Jerusalén, ceñíte de lienzo fino y te vestí de seda; tu vestido fue lino fino y seda (Ezequiel 16:10, 13),
aparte de otros varios lugares. Por otra parte, los que no se hallan en la verdad se dicen no llevar el vestido de boda, como según Mateo:
Entró el rey... y vio un hombre no vestido de boda y le dijo: Amigo ¿cómo entraste acá no teniendo vestido de boda?—por lo cual fue echado a las tinieblas fuera (Mateo 22:11-13).
Por la casa nupcial se entiende el cielo y la iglesia, a causa de la unión del Señor con ellos mediante su Divina verdad; por cuya razón el Señor en el Verbo es llamado esposo y marido, y el cielo así como la iglesia novia y esposa.