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Josué 1

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1 Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo del SEÑOR, que El SEÑOR habló a Josué hijo de Nun, criado de Moisés, diciendo:

2 Mi siervo Moisés ha muerto; levántate pues ahora, y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

4 Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar del poniente del sol, será vuestro término.

5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como yo fui con Moisés, seré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú harás heredar a este pueblo la tierra por herencia, de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

7 Solamente te esfuerces, y seas muy valiente, para que guardes y hagas conforme a toda mi ley, que Moisés, mi siervo, te mandó; que no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres.

8 El libro de esta ley nunca se apartará de tu boca; antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y entonces todo lo entenderás.

9 Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo el SEÑOR tu Dios soy contigo en donde quiera que fueres.

10 Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo:

11 Pasad por en medio del campamento, y mandad al pueblo, diciendo: Preveníos de comida; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para que entréis a heredar la tierra que el SEÑOR vuestro Dios os da para que la heredéis.

12 También habló Josué a los rubenitas y gaditas, y a la media tribu de Manasés, diciendo:

13 Acordaos de la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, os mandó diciendo: El SEÑOR vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra.

14 Vuestras mujeres y vuestros niños y vuestras bestias, quedarán en la tierra que Moisés os ha dado de este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes de proeza, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis;

15 hasta tanto que el SEÑOR haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también hereden la tierra que el SEÑOR vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, y la heredaréis; la cual Moisés, siervo del SEÑOR, os ha dado, de este lado del Jordán hacia donde nace el sol.

16 Entonces ellos respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adonde quiera que nos enviares.

17 De la manera que escuchábamos a Moisés en todas las cosas, así te escucharemos a ti; solamente el SEÑOR tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés.

18 Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y que no oyere tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente.

From Swedenborg's Works

 

Arcana Coelestia #66

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66. There are in general four differing styles in the Word. The FIRST is that of the Most Ancient Church. In their mode of expression, when they mentioned earthly and worldly things their thought was of the spiritual and celestial things which these represented. For this reason they not only expressed themselves by means of representatives but also, to bring them to life, they arranged them in quasi-historical sequence, and this gave them extremely great delight. This style was meant when Hannah prophesied and said,

Speak that which is high, that which is high; let that which is ancient come from your mouth. 1 Samuel 2:3.

In David those representatives are called,

Dark sayings from antiquity. Psalms 78:2-4.

From the descendants of the Most Ancient Church Moses came into possession of these stories concerning Creation, concerning the Garden of Eden, and of the event, down to the time of Abram.

[2] The SECOND is the historical style, which appears in the books of Moses to describe the time of Abram onwards, and in the books of Joshua, the Judges, Samuel, and the Kings. In these books the facts of history are exactly as set out in the sense of the letter, yet every single one contains something entirely different in the internal sense, which in the Lord's Divine mercy will be dealt with in proper order later on. The THIRD is the prophetical style, the offspring of the style of the Most Ancient Church, a style which they revered. However it is not continuous, nor does it take quasi-historical form as the most ancient style did. Instead it is diffuse and scarcely ever intelligible except in the internal sense where very deep arcana reside, linked together and following in perfect order. These arcana focus on the external man and the internal, the many states of the Church, heaven itself, and inmostly on the Lord. The FOURTH style is that of the Psalms of David, which varies between the prophetical style and ordinary speech. There in the personage of David asking the internal sense deals with the Lord.

  
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Thanks to the Swedenborg Society for the permission to use this translation.

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Números 11

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1 Y aconteció que el pueblo se quejó a oídos del SEÑOR; y lo oyó el SEÑOR, y se enardeció su furor, y se encendió en ellos fuego del SEÑOR y consumió en el extremo del campamento.

2 Entonces el pueblo dio voces a Moisés, y Moisés oró al SEÑOR, y se calmó el fuego.

3 Y llamó a aquel lugar Tabera; porque el fuego del SEÑOR se encendió en ellos.

4 Y el vulgo que se mezcló con ellos tuvo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!

5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, y de los melones, y de los puerros, y de las cebollas, y de los ajos;

6 y ahora nuestra alma se seca; que nada sino maná ven nuestros ojos.

7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.

8 El pueblo se esparcía, y lo recogía, y lo molía en molinos, o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera, o hacía de él tortas; y su sabor era como sabor de aceite nuevo.

9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.

10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y el furor del SEÑOR se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

11 Y dijo Moisés al SEÑOR: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?

13 ¿De dónde tengo yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.

14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es demasiado pesado.

15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me mates de repente, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.

16 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel, que sabes que son ancianos del pueblo y sus príncipes; y tráelos a la puerta del tabernáculo del testimonio, y esperen allí contigo.

17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

18 Pero dirás al pueblo: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos del SEÑOR, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Cierto mejor nos iba en Egipto! El SEÑOR, pues, os dará carne, y comeréis.

19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días;

20 sino hasta un mes de tiempo, hasta que os salga por las narices, y os sea en aborrecimiento; por cuanto menospreciasteis al SEÑOR que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

21 Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; y tú dices: ¡Les daré carne, y comerán el tiempo de un mes!

22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?

23 Entonces el SEÑOR respondió a Moisés: ¿Se ha acortado la mano del SEÑOR? Ahora verás si te sucede mi dicho, o no.

24 Y salió Moisés, y dijo al pueblo las palabras del SEÑOR; y juntó a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo.

25 Entonces el SEÑOR descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y fue que, al reposar sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

26 Y habían quedado en el campamento dos varones, el uno se llamaba Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, mas no habían salido al tabernáculo; y comenzaron a profetizar en el campamento.

27 Y corrió un joven, y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.

28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.

29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Mas quién diese que todo el pueblo del SEÑOR fuese profeta, que el SEÑOR diese su espíritu sobre ellos.

30 Y se recogió Moisés al campamento, él y los ancianos de Israel.

31 Y salió un viento del SEÑOR, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.

32 Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día, y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo en derredor del campamento.

33 Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese mascada, cuando el furor del SEÑOR se encendió en el pueblo, e hirió el SEÑOR al pueblo con una plaga muy grande.

34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

35 De Kibrot-hataava movió el pueblo a Hazerot, y pararon en Hazerot.