Die Bibel

 

Daniel 2:38

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38 Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo: tú eres aquella cabeza de oro.

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La Verdadera Religión Cristiana #622

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622. RECUERDO 2. Todos los que son preparados para el Cielo, cuya preparación se verifica en el mundo de los espíritus, que es un lugar intermedio entre el Cielo y el Infierno, desean el Cielo con anhelo, cuando el tiempo se ha cumplido. Entonces su vista se abre y ven un camino, que conduce a una sociedad del Cielo; entran en este camino y suben por él. En su ascenso encuentran una puerta y junto a ella un guardián; éste abre la puerta y entran. Entonces les recibe un examinador, quien, de parte del presidente, les dice de ir por el interior y mirar si encuentran allí casa, que reconozcan por suya, porque hay una casa nueva por cada nuevo espíritu. Si la encuentra da aviso y se queda allí, pero si no la encuentra vuelve y dice que no ha encontrado. Entonces son examinados por un sabio allí para ver si la luz que hay en ellos es similar a la de la sociedad, y especialmente si su calor es similar, porque la luz del Cielo es en su esencia la Divina Verdad y el calor del Cielo es en su esencia el Divino Bien, ambos procedentes del Señor, como Sol allí. ‘Si se encuentra en ellos una luz y un calor diferentes de los de la sociedad, es decir, una verdad y un bien diferentes, no son recibidos. Se retiran por lo tanto y pasan por caminos, que se abren para ellos entre las sociedades del Cielo, hasta qué encuentren una sociedad completamente similar a sus inclinaciones. Allí encuentran su lugar y permanecen para siempre, porque allí se hallan como entre los suyos, como entre parientes y amigos a quienes aman de corazón por hallarse en las mismas inclinaciones, y allí se hallan en una esfera favorable a su vida, alegrándose su mente por la paz del alma; porque en el calor y la luz del Cielo hay una dicha inefable que se comunica a todos allí. Así sucede con los que son hechos ángeles. Mas también los que se hallan en el mal y la falsedad pueden subir al Cielo con permiso; sin embargo, apenas entran allí empiezan a respirar con dificultad, y en seguida se anubla su vista, su entendimiento se ofusca, cesan de pensar, un aturdimiento les sobrecoge y se quedan como petrificados; luego su corazón empieza a latir con violencia, su pecho se encoge, su mente siente una ansiedad creciente y el tormento aumenta; en este estado se retuercen como serpientes, colocadas cerca del fuego; por lo cual se apartan de allí rodando y se precipitan por un camino abrupto, que entonces se abre para ellos, y no paran hasta que se encuentren en el Infierno entre los suyos; allí respiran de nuevo y su corazón vuelve a latir con libertad. Después de semejante experiencia odian al Cielo, rechazan la verdad y blasfeman al Señor en su corazón, creyendo que la pena y el tormento que experimentaron, mientras estaban en el cielo, venían de El. Por estas pocas cosas se puede ver, qué suerte espera a los que tratan con ligereza a las verdades de la fe, cuyas verdades sin embargo son la luz en la cual se hallan los ángeles del Cielo; y qué suerte espera a los que tratan con ligereza a los bienes del amor y de la caridad, cuyos bienes sin embargo constituyen el calor de vida, en el cual se hallan los ángeles del Cielo. Por estas cosas es también evidente que se hallan en un grande error los que creen que todos pueden gozar de la bienaventuranza celestial, con tal que sean admitidos en el Cielo; porque creen que la admisión en el Cielo es arbitraria y de inmediata misericordia, como el ser admitido a una fiesta de bodas en el mundo, cuya admisión también introduce en el gozo y alegría que allí reinan. Pero hay que saber que en el mundo espiritual existe comunicación permanente de las inclinaciones del amor y de los pensamientos que de ellas nacen, porque el hombre es entonces un espíritu, y la vida del espíritu consiste en las inclinaciones de su voluntad y sus correspondientes pensamientos. Las inclinaciones homogéneas unen y las heterogéneas separan, por lo cual la heterogeneidad tormenta a un demonio en el Cielo y a un ángel en el infierno. Por esta razón son separados y arreglados estrictamente con arreglo a las diversidades, variedades y diferencias de las inclinaciones que son del amor.

  
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