26
Y habían quedado en el campamento dos varones, el uno se llamaba Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, mas no habían salido al tabernáculo; y comenzaron a profetizar en el campamento.
Durch Henry MacLagan (maschinell übersetzt in Español)
Versículo 26. Y no sólo eso, sino que el amor natural al bien y a la verdad, teniendo una nueva cualidad, por el influjo del bien interior, y la confirmación del bien en el hombre natural, aunque distinto del amor espiritual al bien y a la verdad, está igualmente dotado de poder para enseñar.
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