pag-aaral
11 Mis ojos desfallecieron de lágrimas, rugieron mis entrañas, Mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, Cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
43 Embotaste asimismo el filo de su espada, Y no lo levantaste en la batalla.