300. En lo que concierne al primer arcano, que por JEHOVAH DIOS se entiende el SEÑOR, y al mismo tiempo, el cielo, cumple observar que, en la Palabra, es siempre por causa de un arcano que se dice ahora solamente “JEHOVAH”, ahora “JEHOVAH DIOS”, ahora “JEHOVAH” y después “DIOS”, ahora “SEÑOR Jehovih”, ahora “DIOS de Israel”, ahora “DIOS” solamente, como en el primer capítulo del Génesis, donde solamente es llamado “DIOS” y también es citado en plural: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”, y es solamente en el capítulo siguiente, donde se trata del hombre celestial, que Él es nombrado “JEHOVAH DIOS”. Él es llamado “JEHOVAH” porque solamente Él Es, o Vive, así, por causa de la Esencia; “DIOS” porque puede todas las cosas, así por causa del Poder, como se ve en la Palabra donde los nombres son distinguidos: Isaías 49:4, 5; 55:7; Salmos 18:2, 28, 30, 31; 38:15. Por eso se llamaba “DIOS” a todo ángel o espíritu que hablase con el hombre y a los cuales se atribuía algún poder, como se ve en David:
“Dios está en la asamblea de dios; en medio de los dioses juzgará” (Salmos 82:1);
y en otro lugar:
“Porque ¿quién en los cielos se igualará a JEHOVAH? ¿Quién será semejante a JEHOVAH entre los hijos de los dioses?” (Salmos 89:6);
y en otro lugar:
“Alabad al Dios de dioses... Alabad al SEÑOR de señores...” (Salmos 136:2, 3).
También por causa del poder los hombres son llamados “dioses”, como en el Salmos 82:6, en Juan 10:34, 35. Moisés también fue llamado “dios del Faraón” (Éxodo 7:1); por eso también DIOS es llamado “Elohin”, en plural. Mas como los ángeles no tienen poder alguno por sí mismos, como igualmente ellos lo confiesan, mas lo tienen solamente por el SEÑOR, y como no hay sino un sólo DIOS, por eso, por “JEHOVAH DIOS” en la Palabra se entiende solamente el SEÑOR. Donde aún se hace alguna cosa por el ministerio de los ángeles, como en el primer capítulo del Génesis, entonces se dice en plural. Aquí se da lo mismo, porque el hombre celestial, como hombre, no podía ser comparado al SEÑOR, mas a los ángeles; de ahí se dice que el “hombre fue con uno de nosotros, conociendo el bien y el mal”, esto es, sabio e inteligente.