69. Que una sociedad entera de ángeles, al aparecer el Señor, se presenta como una sola forma humana, también me ha sido permitido ver. En la altura hacia el oriente apareció descendiendo una cosa como una nube de resplandeciente blancura tornándose en arrebol, circundada por estrellas pequeñas, y a medida que descendía iba aumentándose su resplandor, hasta que por último se presentó en una perfecta forma humana: las estrellas que circundaban a la nube eran ángeles, quienes así aparecían a causa de la luz que procedía del Señor.