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para que yo no la despoje desnuda, y la haga tornar como el día en que nació, y la ponga como undesierto, y la deje como tierra seca, y la mate de sed.
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Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes naciones hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra.