Así que el significado de "carne" puede cambiar desde nuestra voluntad original, al ser desmantelada pieza a pieza por nuestra instigación y con la ayuda del Señor, hasta la nueva voluntad que eventualmente la reemplaza. Por eso en algunos sacrificios de la iglesia israelita la carne debía ser quemada, y en otros la carne podía ser comida por los sacerdotes. Lo que representaba la vieja voluntad original era quemado, pero lo que podía ser comido representaba la nueva. Carne tiene varios significados sólo en su forma más obvia. Puede significar todas las criaturas vivientes como cuando el Señor habla del diluvio "destruyendo toda la carne"(Génesis 7:21), o puede significar toda la humanidad (Génesis 6:3), o puede significar algo blando y dócil como el corazón de carne para sustituir al corazón de piedra (Ezequiel 11:19) Pero espiritualmente significa los amores que habitan en la voluntad de una persona, y que parecen pertenecer a esa persona, ser esa persona. Esta persona puede ser una que no ha comenzado a regenerarse (o nunca lo hará), o una que está en medio del proceso, o una que está cerca del final. En el sentido más elevado, carne significa los amores que están en la voluntad del Señor, que son divinos. Este significado está claro en las palabras del Señor en el evangelio de Juan (Juan 6:53-56) Cuando empezamos, nuestros amores son egoístas, y espiritualmente estamos muertos, igual que los huesos que vio Ezequiel, pero a medida que persistamos en alejarnos de nuestros males, el Señor hará que los huesos se junten y que venga sobre ellos la carne, suave y amorosa, y reviviremos con nuevos amores que se vuelvan hacia afuera para reemplazar los viejos egoístas. Todo el mundo tiene ese paquete de amores, y puede ser bastante malo, mezclado, o bastante bueno, de la misma manera, todo el mundo tiene carne. Nuestro trabajo espiritual mientras vivimos nuestra vida es cambiar ese paquete, un afecto a la vez, de malo a bueno. Si intentamos hacerlo, el Señor nos ayudará