Deuteronomio第24章:4

Verso 4. No es lícito que el entendimiento interior de la verdad, o la percepción del bien y del mal que había alejado ese afecto de ella, vuelva a llevarlo al alma interior después de que se ha percibido claramente que es discordante, y que está contaminado con motivos malignos; porque esto sería actuar en contra de la conciencia, y mezclar el bien y el mal en el alma, y así hacer que todo el influjo del Señor se aleje del alma; y traería el mal sobre todos los estados con los que el Amor y la Sabiduría Divinos desean regalar al alma, como propios. [Porque esto sería tratar de servir a Dios y a Mammón al mismo tiempo. O bien los buenos usos que el hombre realiza actúan con sus convicciones religiosas y se realizan a partir de ellas (en cuyo caso el alma está casada), o bien están divorciados, es decir, fuera del carácter real por completo: que este último es un estado imperfecto, y que se llama dureza de corazón, es evidente a partir de Mateo 19:3-12, que se explica en detalle en Apocalipsis Explicado 710. Allí se muestra que en los matrimonios en los cielos, el entendimiento de la verdad o la percepción del bien debe estar unido al afecto que le corresponde, ni puede estar unido a ningún otro (véase también Marcos 12:25). Y que el hombre debe dejar la maldad y la falsedad que tiene heredada de la educación o de la religión y unirse al afecto que corresponde a su percepción, y estos dos actuarán entonces como uno solo (Mateo 19:5-6). Y que este amor de hacer usos de acuerdo con las percepciones del deber nunca debe ser desechado, a menos que se vea que procede de malos motivos, y se convierta así en un afecto de maldad y falsedad (versículo 9). En el versículo 12 se describen aquellos que no están dispuestos a unirse al afecto del mal, por lo que el entendimiento del bien y la verdad se pervertiría o disiparía; y de ninguna manera contiene ninguna desaprobación del matrimonio natural que corresponde al matrimonio celestial, es decir, donde el afecto femenino del bien corresponde exactamente con la percepción masculina del bien. Pero véase la explicación detallada en Apocalipsis Explicado 710].