Juan第1章:12

En la Biblia, el nombre de alguien representa todas sus cualidades, su carácter y sus atributos en su conjunto. Así que las personas que "creen en el nombre del Señor" no se limitan a aceptar que Él es quien es; lo ven como Dios, creen en lo que enseñó y lo adoptan en sus vidas. Y como Jesús representa la verdad divina, o la expresión más profunda del amor del Señor, significa que hoy podemos convertirnos en "hijos de Dios" si nos abrimos al amor del Señor y a todo lo que nos enseña, y practicamos ese amor hacia los demás.

¿Y qué es un "hijo de Dios"? No significa que seremos lo que fue Jesús, pero sí que seremos lo que el Señor espera que seamos. El caso es el siguiente: Cuando nacemos de nuestros padres, heredamos un espectro de debilidades y desafíos espirituales, lugares donde estamos sujetos a la tentación. Pero si nos abrimos al Señor y seguimos sus enseñanzas, podemos llegar a "nacer" de nuevo, con los malos deseos despojados para poder vivir en paz y con alegría amorosa hasta la etenidad. Esto es lo que se entiende aquí por "hijos de Dios": si recibimos al Señor y le seguimos podemos convertirnos en ángeles, habitando en la felicidad eterna.