Bible

 

Números 12

Studie

   

1 Y hablaron María y Aarón contra Moisés a causa de la mujer etíope que había tomado; porque él había tomado mujer etíope.

2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado el SEÑOR? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó el SEÑOR.

3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

4 Y luego dijo el SEÑOR a Moisés, a Aarón, y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo del testimonio. Y salieron ellos tres.

5 Entonces el SEÑOR descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.

6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras: si tuviereis profeta del SEÑOR, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

8 Boca a Boca hablaré con él, y de vista; el no verá al SEÑOR por figuras o semejanza; ¿por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?

9 Entonces el furor del SEÑOR se encendió en ellos; y se fue.

10 Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que María era leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

11 Y dijo Aarón a Moisés: Te ruego, señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado.

12 No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.

13 Entonces Moisés clamó al SEÑOR, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.

14 Respondió el SEÑOR a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después se reunirá.

15 Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se le reunió María.

16 Y después movió el pueblo de Hazerot, y asentaron el campamento en el desierto de Parán.

   

Komentář

 

Cara

  
Photo by Caleb Kerr

Tiene sentido, pues, que los rostros de las personas en la Biblia representen su interior, los pensamientos, los amores y los deseos que albergan más profundamente. Volvemos la cara al suelo para mostrar humildad cuando nos inclinamos en la adoración; la volvemos hacia las montañas cuando buscamos inspiración; la volvemos hacia nuestros enemigos cuando estamos dispuestos a luchar contra la tentación. Cuando las cosas son difíciles, necesitamos "afrontar los hechos", o aceptarlos internamente. Y no son sólo los ojos; en realidad es el rostro en su conjunto el que lo transmite. Como dice Swedenborg, el rostro es "el mundo espiritual del hombre presentado en su mundo natural" (El cielo y el infierno, nº 91). Nuestros rostros revelan nuestros pensamientos y sentimientos interiores de múltiples maneras, razón por la cual los psicólogos, los jugadores de póquer y los investigadores criminales dedican tanto tiempo a estudiarlos. Cuando el tema es el rostro del Señor, representa el interior del Señor, que es el amor perfecto y la misericordia perfecta. Y cuando la gente se aleja del Señor y rechaza su amor, se describe como que el Señor "esconde su rostro". "Los ojos son las ventanas del alma". Es un sentimiento que tiene sus raíces en algún lugar de la turbia antigüedad, pero que se ha convertido en un cliché irremediable porque es a la vez poético y obviamente cierto. Creemos que si podemos mirar a los ojos de alguien, podemos saber realmente lo que es en su interior.

(Odkazy: Sobre el Cielo y el Infierno 91)