Bible

 

Oseas 13

Studie

   

1 CUANDO Ephraim hablaba, hubo temor; fué ensalzado en Israel; mas pecó en Baal, y murió.

2 Y ahora añadieron á su pecado, y de su plata se han hecho según su entendimiento, estatuas de fundición, ídolos, toda obra de artífices; acerca de los cuales dicen á los hombres que sacrifican, que besen los becerros.

3 Por tanto serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que de la chimenea sale.

4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto: no conocerás pues Dios fuera de mí, ni otro Salvador sino á mí.

5 Yo te conocí en el desierto, en tierra seca.

6 En sus pastos se hartaron, hartáronse, y ensoberbecióse su corazón: por esta causa se olvidaron de mí.

7 Por tanto, yo seré para ellos como león; como un leopardo en el camino los espiaré.

8 Como oso que ha perdido los hijos los encontraré, y romperé las telas de su corazón, y allí los devoraré como león: bestia del campo los despedazará.

9 Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.

10 ¿Dónde está tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades? ¿y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?

11 Díte rey en mi furor, y quitélo en mi ira.

12 Atada está la maldad de Ephraim; su pecado está guardado.

13 Dolores de mujer de parto le vendrán: es un hijo ignorante, que de otra manera no estuviera tanto tiempo en el rompimiento de los hijos.

14 De la mano del sepulcro los redimiré, librarélos de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh sepulcro; arrepentimiento será escondido de mis ojos.

15 Aunque él fructificará entre los hermanos, vendrá el solano, viento de Jehová, subiendo de la parte del desierto, y secarse ha su vena, y secaráse su manadero: él saqueará el tesoro de todas las preciosas alhajas.

16 Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios: caerán á cuchillo: sus niños serán estrellados, y su preñadas serán abiertas.

   

Ze Swedenborgových děl

 

Exposición Breve de la Doctrina de la Nueva Iglesia # 120

Prostudujte si tuto pasáž

  
/ 120  

120. Tercer Memorable extraído del Apocalipsis Revelado. Como el Señor me ha permitido ver las cosas maravillosas que se encuentran en los cielos y bajo los cielos, debo, por mandato, referirlas como las he visto.

Apareció un magnífico palacio y en su interior un Templo. En medio había una Mesa de oro sobre la cual estaba la Palabra; y dos ángeles estaban de pie al lado de ella.

Alrededor había sillas en tres hileras. Las de la primera hilera estaban cubiertas con paños de seda de color purpura; las Sillas de la segunda estaban cubiertas con un paño de seda azul y las de la tercera con paños blancos.

Debajo del techo, encima de la mesa, apareció un amplio dosel que brillaba por las piedras preciosas de la que salió un esplendor como el arcoíris que aparece en el cielo después de la lluvia.

De repente, entonces, aparecieron otros tantos del Clero sentados sobre las sillas, todos vestidos con las vestiduras del Ministerio sacerdotal.

En uno de los lados había una sala de Tesoro, guardado por un ángel que estaba de pie, y dentro en pulcra orden yacían vestiduras espléndidas.

Era un Concilio convocado por el Señor; y escuché una voz del cielo que decía, "Deliberad". Pero ellos dijeron, “¿Sobre qué?” Se les dijo: "Acerca del Señor el Salvador, y acerca del Espíritu Santo".

Pero cuando ellos pensaron en estos asuntos, no estaban iluminados; porque suplicaban, y entonces una Luz descendió del Cielo, que primero iluminaba sus Occipucios, y después sus Temporales, y por último sus Caras.

Y entonces comenzaron, y como se había mandado, Primero acerca del SEÑOR SALVADOR:

La primera proposición y discusión fue “¿Quién asumió lo Humano en la Virgen María?”

Y el ángel que se encontraba de pie junto a la Mesa, sobre la cual estaba la Palabra, leyó ante ellos lo siguiente de Lucas:

“El ángel dijo a María: He aquí, concebirás en el Útero y darás a luz un Hijo y le pondrás por Nombre Jesús; Este será Grande, y será llamado HIJO DEL ALTÍSIMO...

Y María dijo al ángel, ¿Cómo puede ser esto si yo no conozco hombre? Y el ángel respondiendo dijo: El ESPÍRITU SANTO VENDRÁ SOBRE TI, Y LA VIRTUD DEL ALTÍSIMO TE CUBRIRÁ CON SU SOMBRA. Porque nacerá de ti el SANTO, será llamado HIJO DE DIOS, (Lucas 1:31, 32, 34, 35).

Lo anterior se puede leer también en el primer capítulo de Mateo, (1:20-25), y el contenido del versículo 25 se leyó en voz alta.

Además de los pasajes citados se leyeron muchos otros pasajes de los Evangelios, como Mateo 3:17, 17:5; Juan 20:31 y otros donde el Señor, en cuanto a Su Humano, es llamado “el Hijo de Dios”, y donde Él, por Su Humano, se llama Jehová Su Padre.

También en los pasajes de los Profetas dónde se predice que el propio Jehová vendría al mundo; entre ellos estos dos pasajes de Isaías:

“se dirá en aquel día, He aquí este es nuestro Dios; le hemos esperado, y Él nos salvará. ÉSTE ES JEHOVÁ, le hemos esperado; estaremos alégrese, y nos regocijaremos con Su salvación”. (Isaías 25:9).

“ Voz que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová; allanad en la soledad calzada para NUESTRO DIOS.... Y se manifestará la gloria de JEHOVÁ, y la verá toda carne simultáneamente... He aquí que JEHOVÁ EL SEÑOR VIENE CON PODER, Como pastor apacentará su rebaño”. (Isaías 40:3, 5, 10, 11).

Entonces el ángel dijo: "Como el Propio Jehová entró en el Mundo y asumió lo Humano, y por esto Redimió y Salvó a los hombres, por consiguiente Él es llamado por los Profetas el Salvador y el Redentor”.

Y entonces leyó delante de ellos los pasajes siguientes:

Sino que también entre tú (y) Dios, Y NO HAY MAS DIOS, como resultado Tú DIOS oculto, DIOS DE ISRAEL SALVADOR. (Isaías 45:14, 15).

“¿No soy Yo, Jehová? Y fuera de mí no hay Dios alguno. Dios justo y Salvador, no hay ninguno fuera de mí. (Isaías 45:21, 22).

“Yo soy Jehová, y fuera de mí no hay Salvador”. (Isaías 43:11).

“Yo soy Jehová tu Dios..., y no reconocerás a otro Dios fuera de mí; pues no hay más Salvador que Yo”. (Oseas 13:4).

“para que toda la carne conozca que yo, JEHOVÁ, SOY TU SALVADOR Y TU REDENTOR. (Isaías 49:26; 60:16).

“NUESTRO REDENTOR, JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS ES SU NOMBRE. (Isaías 47:4).

“SU REDENTOR ES FUERTE, JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS ES SU PROPIO NOMBRE”. (Jeremías 50:34).

“JEHOVÁ, MI ROCA Y MI REDENTOR”. (Salmos 19:14).

“Así dijo JEHOVÁ TU REDENTOR, el Santo de Israel, Yo soy JEHOVÁ TU DIOS”. (Isaías 48:17; 43:14; 49:7; 54:8).

“Tú oh Jehová, eres nuestro Padre; NUESTRO REDENTOR desde la eternidad es tu Nombre” (Isaías 63:16).

“Así dijo JEHOVÁ, TU REDENTOR... YO SOY JEHOVÁ creador de todo, y Sólo por Mí mismo” (Isaías 44:24).

“Así dijo Jehová, Rey de Israel, y tu Redentor, Jehová de los Ejércitos; Yo soy el Primero y el Último, y fuera de Mí no hay Dios”. (Isaías 44:6).

“Jehová de los Ejércitos es Su nombre, Y TU REDENTOR, el Santo de Israel, QUE SE LLAMA DIOS DE TODA LA TIERRA”. (Isaías 54:5).

“He aquí vienen días que levantaré a David un renuevo justo y Él reinará como Rey. .. y éste es Su nombre, Jehová justicia nuestra” (Jeremías 23:5, 6; 33:15, 16).

“En aquel día será Jehová el Rey sobre toda la tierra; EN AQUEL DÍA SERÁ JEHOVÁ UNO, Y UNO SU NOMBRE” (Zacarías 14:9).

Por estos y aquellos que están sentados sobre las sillas confirmados dijeron unánimemente, que el Mismo Jehová asumió Su Humano para redimir y salvar a los hombres

Pero entonces se escuchó una voz de los Católicos Romanos que se habían ocultado detrás del Altar, diciendo: “¿Cómo puede Jehová, el Padre, hacerse Hombre?” “¿No es Él el Creador del universo?”

Y uno de ellos que estaba sentado en la segunda hilera de asientos se volvió alrededor y dijo:

“¿Quién, entonces se hizo Hombre? Uno de los que se encontraba detrás del Altar, contestó: "EL HIJO DESDE LA ETERNIDAD"

Pero recibió estas respuestas: "¿no es el Hijo de la eternidad, según tu propia confesión, también el Creador del universo?

¿Y qué es un Hijo, o un Dios, nacido de la eternidad?

¿Y cómo puede la Esencia Divina, que es Una e Indivisible, separarse, y su Uno descender, y no simultáneamente todo?

LA SEGUNDA PROPOSICIÓN ACERCA DEL SEÑOR FUE:

¿No son uno el Padre y Él Mismo, como el Alma y el Cuerpo son uno?

Ellos dijeron que esta es una consecuencia porque el Alma es del Padre.

Entonces uno de los que estaban sentados en la tercera hilera de asientos leyó del Símbolo de Fe, que es llamado El Credo Atanasiano, el siguiente pasaje: “Aunque nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, es Dios y hombre. Sin embargo no son dos, sino un Cristo. Uno en absoluto...

Él es UNA PERSONA; PORQUE ASÍ COMO EL ALMA Y EL CUERPO FORMAN UN HOMBRE, ASÍ DIOS Y EL HOMBRE FORMAN UN CRISTO”.

Dijo, el que leía, que esta Fe recibida está en todo el mundo cristiano, incluso por los Católicos Romanos”.

¿Qué necesidad hay de más exámenes?

Dios el Padre y Él son uno, como el Alma y el cuerpo son uno" Y dijeron: "Porque esto es así, percibimos que lo Humano del Señor es Divino, porque es el Humano de Jehová; también que debemos dirigirnos al Señor en cuanto a Su Divino Humano, y que así y no de otra manera pueden dirigirse al Divino que se llama Padre".

Esta Conclusión de ellos la confirmó el Ángel a través de diversos pasajes de la Palabra, entre ellos están los de Isaías:

“Un niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, y se llamará Maravilloso, Consejero, Dios héroe, Padre de la eternidad, Príncipe de paz” (Isaías 9:6)

“Abraham no nos conoce, e Israel no nos reconoce. TÚ, OH JEHOVÁ, ERES NUESTRO PADRE, NUESTRO REDENTOR POR LA ETERNIDAD, PARA SIEMPRE ES TU NOMBRE” (Isaías 63:16)

Y en Juan:

“JESÚS DIJO: Él que cree en Mí... cree en El que Me envió. Y el que ME HA VISTO, HA VISTO AL Que ME ENVIÓ “ (Juan 12:44, 45).

“Felipe dijo a Jesús: Señor muéstrenos al Padre. . . Jesús le dijo, EL QUE ME HA VISTO HA VISTO AL PADRE; ¿cómo, pues, dices muéstrenos al Padre? ¿No crees QUE YO ESTOY EN EL PADRE, Y EL PADRE EN MÍ? CRÉAME QUE YO ESTOY EN EL PADRE Y EL PADRE EN MÍ. (Juan 14:8-11).

“Jesús dijo, YO Y EL PADRE SOMOS UNO”. (Juan 10:30).

Además:

“TODO LO QUE TIENE EL PADRE ES MÍO... Y TODO LO MÍO ES SUYO”. Juan 16:15; 17:10.

Por último:

“Jesús dijo, YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ” (Juan 14:6)

Cuando ellos escucharon estas declaraciones, dijeron de manera unánime que lo Humano del Señor es Divino, y que a este Humano es a quien debemos dirigirnos para acercarnos al Padre; porque Jehová Dios, que es el Señor de la eternidad, por ello se envió al mundo, y se hizo Visible a los ojos de los hombres, y así accesible.

Él se hizo a Sí mismo visible y accesible en Forma Humana desde la Antigüedad, pero entonces por medio de un Ángel.

Después de esto siguió la Deliberación acerca del ESPÍRITU SANTO. Primero se discutió la idea sostenida respecto a DIOS EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU SANTO

Que era, como Dios Padre estaba sentado en lo alto y el Hijo a Su derecha, y que ambos enviaban al Espíritu Santo de ellos para iluminar e instruir a los hombres

Pero entonces se escuchó una voz del cielo diciendo: No podemos sostener tal idea en el pensamiento. ¿Quién no sabe que Jehová Dios es Omnipresente?

El que sabe y reconoce esto, también reconocerá que Él es quien ilumina e instruye, y que no hay un Dios intermediario, distinto a Él y menor que los otros dos, como una persona es distinta a otra.

Por lo mismo, con solo remover la primera idea, que es vana, y recibir esta que es la justa, y veréis esto claramente

Pero entonces se escuchó nuevamente una voz del grupo de los Católicos Romanos que se habían ocultado detrás del Altar del Templo, diciendo:

“¿Qué es, entonces, el Espíritu Santo, mencionado en la Palabra por los Evangelistas y Pablo por quien tantos doctos del Clero, particularmente de nuestra Iglesia, afirman que son guiados?

¿Quién en el mundo cristiano de nuestros días niega el Espíritu Santo y Sus operaciones?”. Por estas palabras, uno de los que estaban sentados en la segunda hilera se volvió a él y dijo: ustedes enseñan que el Espíritu Santo es una Persona por Sí misma, y un Dios por Sí mismo.

Pero ¿qué es una persona que emana y procede de otra persona sino la operación que emana y procede?

Una persona no puede emanar y proceder de otra por medio de una tercera; pero la operación sí puede.

O ¿qué es un Dios que emana y procede de un Dios, sino lo Divino que emana y procede? Un Dios no puede emanar y proceder de otro por medio de un tercero, pero lo Divino sí puede.

¿No es la Divina Esencia una e indivisible? Y, como Divina Esencia o Divino Ser ¿No es Dios uno e indivisible?” Al escuchar estas palabras, los que estaban sentados en las sillas concluyeron unánimemente que el Espíritu Santo no es una Persona por sí misma, ni Dios por Sí mismo, sino que es lo Santo Divino que emana y procede del Único y Omnipresente Dios, que es el Señor.

A lo anterior dijeron los Ángeles que estaban de pie cerca de la mesa de oro sobre la cual estaba la Palabra: "Está bien; nosotros no leemos en ningún capítulo del Antiguo Pacto que los profetas hablaran de la Palabra por “el Espíritu Santo”, sino de Jehová, el Señor; y donde se menciona “el Espíritu Santo” en el Nuevo Pacto significa el Divino procedente que ilumina, instruye, vivifica, reforma y regenera”.

Después de esto sucedió otra Discusión acerca del ESPIRITU SANTO, que era “¿De quién procede lo Divino que se llama el Espíritu Santo?

¿Qué es de lo Divino que se llama el Padre o del Divino Humano que es el Hijo?

Y cuando discutían sobre este tema, una luz brilló del Cielo, por lo que ellos vieron que lo Santo Divino, que se entiende por el Espíritu Santo procede del Divino del Señor por Su Humano Glorificado, que es el Divino Humano, comparativamente como toda la actividad procede del alma por medio del cuerpo en el hombre.

Esto confirmó el Ángel que estaba de pie junto a la mesa por estos pasajes:

“Aquel a quien el Padre envió, habló las palabras de Dios; pues Él da el espíritu sin medida; el Padre ama al Hijo, y ha entregado todas las cosas en Sus manos. (Juan 3:34, 35).

“Y brotará un Retoño del tronco de Isaí…el Espíritu de Jehová descansará en Él, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, el Espíritu de consejo y fortaleza”. Isaías (11:1, 2).

“El Espíritu de Jehová fue dado sobre Él, y estaba en Él”. Isaías (42:1; 59:19-20, ; 61:1); Lucas (4:18).

“Cuando el Espíritu Santo venga, que Yo enviaré a vosotros del Padre”. (Juan 15:26).

“Él me glorificará, porque Él recibirá de lo Mío, y os lo anunciará; todas las cosas que el Padre tiene son Mías; por tanto os digo, que Él recibirá de lo Mío y os lo hará saber”. (Juan 16:14, 15).

“Yo me voy y os enviaré al Paráclito”. (Juan 16:7).

“El Paráclito es el Espíritu Santo”. (Juan 14:26).

“El Espirito Santo no era todavía porque Jesús todavía no estaba glorificado”. (Juan 7:39)

Pero después de la glorificación:

“Jesús sopló sobre ellos y dijo a Sus discípulos: Recibid el Espíritu Santo”. (Juan 20:22).

Y en el Apocalipsis:

“¿Quién no glorificará Tu nombre, Oh Señor? Porque sólo Tú eres santo”. (Apocalipsis 15:4).

Puesto que la Divina operación del Señor por Su Divina Omnipresencia se significa por el Espíritu Santo, por consiguiente cuando Él habló a Sus discípulos acerca del Espíritu Santo que enviaría de Dios el Padre, también dijo:

“No os dejaré huérfanos…Yo me marcho… y vendré a vosotros…y en aquel día conoceréis que yo estoy en Mi Padre, y vosotros en Mí, y Yo en Vosotros”. (Juan 14:18, 20, 28).

Y justamente antes de Su partida del mundo dijo:

“He aquí estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del tiempo”. (Mateo 28:20).

Después de leer estos pasajes en su presencia, el ángel dijo: "Por éstos y muchos otros pasajes de la Palabra es evidente que lo Divino que es llamado Espíritu Santo procede de lo Divino del Señor a través de Su Divino Humano”.

A esto los que estaban sentados en los asientos exclamaron: "Ésta es la Divina Verdad”.

Por último, se tomó el Decreto: “Que debido a las deliberaciones de este Concilio hemos visto claramente, y por consiguiente reconocemos como Santa Verdad, que en el Señor Dios, el Salvador Jesucristo, existe la Divina Trinidad, que es lo Divino de Quien todo procede que es llamado Padre, lo Divino Humano que es llamado Hijo, y el Divino Procedente que es el Espíritu Santo”

Luego todos exclamaron al mismo tiempo: “en Jesucristo habita corporalmente toda la plenitud de la Divinidad”. (Colosenses 2:9).

Así hay un Dios en la Iglesia”

Después que estas cuestiones concluyeron en aquel Concilio Magnífico, se levantaron, y el Ángel custodio del armario vino y trajo de la sala del tesoro, a cada uno de los que se habían sentado en los asientos, vestiduras espléndidas bordados aquí y allí con hilos de oro; y les dijo: "Recibid LAS VESTIDURAS NUPCIALES”.

Y fueron conducidos en gloria al Nuevo Cielo Cristiano con quien se unirá la Iglesia del Señor en la tierra, que es la Nueva Jerusalén.

“Habrá un día señalado, conocido sólo de Jehová, ni de Día ni de Noche... porque cerca a la hora de la Tarde habrá Luz. Sucederá en aquel Día aguas vivas brotarán de Jerusalén. .. y JEHOVÁ será el Rey sobre toda la tierra; en aquel día JEHOVÁ será uno, y uno Su nombre”. (Zacarías 14:7, 8, 9).

  
/ 120