Es relativamente conocido que "Jesús" significa "Salvador" y "Cristo" significa "el ungido", pero hay significados espirituales que van mucho más allá de estos significados naturales.

"Jesús" representa la bondad divina del Señor, su deseo perfecto de que todo el bien llegue a nosotros. "Cristo" representa la verdad divina del Señor, la profundidad perfecta de las ideas y la comprensión que surgen de su bondad y pueden llevarnos de vuelta a su bondad.

Esos aspectos del Señor -la bondad y el entendimiento- se reflejan en nosotros, en lo que comúnmente llamamos "corazón" (lo que queremos, nuestra bondad o maldad) y "mente" (lo que pensamos, conocemos y argumentamos). Según los Escritos, estamos llamados a buscar un matrimonio entre esos dos, para que en última instancia podamos desear lo que es bueno y tener la sabiduría para reconocerlo y hacerlo.

En el Señor, por supuesto, ese matrimonio es y ha sido siempre completo. Su bondad y su entendimiento son uno, y constituyen todo lo que Él es - juntos describen su humanidad, así como en nosotros describen nuestra humanidad. Por eso, cuando los dos nombres se usan juntos como "Jesucristo", representan el humano divino, que es el Señor en la forma humana que tomó en este mundo, y que todavía tiene en el cielo.

(Referencias: Apocalipsis Revelado 6, 26, 846, 960; Arcana Coelestia 3004, 3005; Sobre el Cielo y el Infierno 24; On the Athanasian Creed 132)