El número "dos" tiene dos significados diferentes en la Biblia.

En la mayoría de los casos, "dos" indica una unión o unificación. Esto es fácil de ver si consideramos los conflictos que solemos tener entre nuestros "corazones" y nuestras "cabezas", entre lo que queremos y lo que sabemos. Nuestro "corazón" nos dice que queremos pastel con helado para cenar; nuestra "cabeza" nos dice que debemos comer pollo a la parrilla y ensalada. Si conseguimos juntar ambas cosas y desear realmente lo que es bueno para nosotros, seremos bastante felices.

Estamos construidos así -con nuestras emociones equilibradas contra nuestro intelecto- porque el Señor está construido así. Su esencia es el amor mismo, o el Amor Divino, la fuente de todo cuidado, emoción y energía. Se expresa como Sabiduría Divina, que da forma a ese amor y lo pone en funcionamiento, y es la fuente de todo conocimiento y razonamiento. En Su caso los dos aspectos están siempre en conjunción, siempre en armonía.

También es fácil ver cómo esa dualidad se refleja en toda la creación: plantas y animales, comida y bebida, plata y oro. Y lo que es más importante, se refleja en los dos géneros: la mujer representa el amor y el hombre la sabiduría. Esa es la razón subyacente por la que la conjunción en el matrimonio es algo tan sagrado.

Así que cuando "dos" se utiliza en la Biblia para indicar algún tipo de emparejamiento o unidad, significa una unión.

Sin embargo, en raras ocasiones, "dos" se utiliza más bien como un número. En estos casos, representa un estado profano o profanador que precede a uno santo. Esto se debe a que el "tres" representa un estado de santidad y culminación (Jesús, por ejemplo, salió de la tumba al tercer día), y el "dos" representa el estado que le precede.

(Referencias: Arcana Coelestia 720, 747, 900, 1686, 5194)