La Biblia

 

Mateo 24:29-31

Estudio

      

29 Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas.

30 Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.

31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.

      

De obras de Swedenborg

 

La Verdadera Religión Cristiana #383

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383. (1) Los malos no tienen fe; porque el mal es del Infierno, y la fe es del cielo. Todo mal es del infierno, más la fe pertenece al Cielo; porque todas las verdades, que constituyen la fe, son del cielo. El hombre, mientras vive en el mundo, es mantenido en medio entre el Cielo y el Infierno, y se halla entonces en equilibrio espiritual, cuyo equilibrio es su libre voluntad. El Infierno está debajo de sus pies, y el Cielo encima de su cabeza; lo que sube del Infierno es malo y falso, más lo que desciende del Cielo es bueno y verdadero. Por hallarse en medio entre dos fuerzas opuestas y en equilibrio espiritual, puede elegir, adoptar y apropiarse lo uno o lo otro con toda libertad. Si elige el mal y la falsedad, entra en conjunción con el Infierno; si prefiere el bien y la verdad entra en conjunción con el Cielo. Por esto es evidente, que el mal pertenece al Infierno y la fe pertenece al Cielo, y asimismo que los dos no pueden estar juntos en un mismo individuo; porque si estuviesen juntos, el hombre seria llevado alternativamente en dos direcciones opuestas, como si llevase atadas dos cuerdas y fuera por la una elevado hacia el cielo y por la otra obligado a descender, y así suspendido sería como si volara ora hacia arriba ora hacia abajo, como ciertas aves, y volando hacia arriba adoraría a Dios y hacia abajo al Diablo. Cualquiera puede comprender que esto sería profano. El Señor dice:

« Nadie puede servir a dos maestros; odiarla a uno y amarla al otro » (Mateo 6:24).

La razón por la cual no hay fe, donde hay males, es también que el mal es como el fuego (el fuego infernal es sencillamente el amor al mal) y devora la fe como paja, reduciéndola a cenizas con todas sus pertinencias. El mal mora también en tinieblas, mientras que la fe mora en la luz, y el mal extingue la fe con sus falsedades, como las tinieblas extinguen la luz; no pueden estar juntos más que un cadáver hediondo y un hombre vivo pueden estar juntos en una cama; no pueden vivir juntos más que lobos y ovejas juntos en un corral; no más que un gavilán y una paloma en un palomar, ni más que una zorra y una gallina en un gallinero.

  
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This translation was provided to us by the Swedenborg en Español website.