De obras de Swedenborg

 

El Cielo y el Infierno #3

Estudiar este pasaje

  
/ 603  
  

3. Aquellos de la iglesia que han negado al Señor, reconociendo tan sólo al Padre, y que se han confirmado en semejante fe, están fuera del cielo, y puesto que en ellos no tiene lugar influjo alguno del cielo, donde el Señor solo es adorado, son gradualmente privados de la facultad de pensar la verdad de cualquier cosa, y acaban por quedar o bien como mudos o bien hablando necedades, con el paso vacilante, los brazos pendientes y vibrando como si les faltare fuerzas en las articulaciones. Por otra parte, aquellos que han negado la Divinidad del Señor, reconociendo tan sólo su Humanidad, como los Socinianos, están igualmente fuera del cielo; son conducidos adelante un poco hacia la derecha, y despedidos en la profundidad, siendo así enteramente separados del resto del mundo cristiano. Pero los que se dicen creer en una Divinidad invisible, a la que llaman Ente del Universo (Ens Universi) y a la que atribuyen todas las cosas, rechazando la fe en el Señor, se aperciben de que no creen en Dios alguno, porque la Divinidad invisible es para ellos lo mismo que la Naturaleza en sus rudimentos, los cuales no pueden ser objeto de fe ni de amor porque no alcanza a ellos el pensamiento. Estos son desterrados con aquellos que se llaman naturalistas. Otra cosa sucede con los que han nacido fuera de la iglesia, llamados gentiles, de quienes hablaremos más adelante.

  
/ 603  
  

Swedenborg en Español website and Swedenborg Library, Bryn Athyn College of the New Church, Bryn Athyn, Pennsylvania.

La Biblia

 

Juan 15

Estudio

   

1 YO SOY la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado.

4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid; así vosotros, si no estuviereis en mí.

5 YO SOY la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.

6 El que no permanece en mí, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.

7 Si permaneces en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que quisiereis pediréis, y os será hecho.

8 En esto es clarificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

9 Como el Padre me amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor.

10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanesco en su amor.

11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo permanece en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

12 Este es mi mandamiento: Que os ameis los unos a los otros, como yo os he amado.

13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su alma por sus amigos.

14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando.

15 Ya no os diré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he dicho amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he hecho notorias.

16 No me elegisteis vosotros a mí , mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.

17 Esto os mando: Que os ameis los unos a los otros.

18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros.

19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que es suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.

20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirá; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.

21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado.

23 El que me aborrece, también a mi Padre aborrece.

24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, las han visto, y me aborrecen a mí y a mi Padre.

25 Mas para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Que sin causa me aborrecieron.

26 Pero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.

27 Y vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio.

   

De obras de Swedenborg

 

Arcana Coelestia #4403

Estudiar este pasaje

  
/ 10837  
  

4403. THE GRAND MAN AND CORRESPONDENCE - continued

IN THIS SECTION CORRESPONDENCE WITH THE EYE AND WITH LIGHT

I have also been allowed to become aware of and get to know the character of spirits and which province of the body they belonged to from their position and place in relation to myself, and also from the level they were on, and from how far away they were on that level. Those I saw close to me were for the most part the subordinates of whole communities, for communities send spirits from themselves to other spirits, and through these they perceive others' thoughts and affections, and in this manner communicate with others. But those subordinates so-called, or emissary spirits, will in the Lord's Divine mercy be taken as a separate subject. Concerning them I have made the following observations. Those to be seen over and close to my head are ones who teach and also readily allow themselves to be taught. Those beneath the back of my head are ones who act quietly and with circumspection, and those just away from my back act in a similar yet differing manner to these. Those close to my chest or breast are ones who are moved by charity; those close to the loins ones moved by conjugial love; those close to the feet ones who are natural; and those close to the soles of the feet are more inferior members of this last kind. But those close to my face vary in disposition, that variation being determined by their correspondence with the sensory organs located there. Those close to the nostrils, for example, excel in perception; those close to the ears are the obedient; those close to the eyes are the intelligent and wise; and so on.

  
/ 10837  
  

Thanks to the Swedenborg Society for the permission to use this translation.