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Preceptos del Decálogo #1

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1. Preceptos del Decálogo

Por Emanuel Swedenborg

Artículo I.

Después de que fue realizado el Juicio Final, se prometió una Nueva Iglesia, que se menciona en el libro de Apocalipsis como la Nueva Jerusalén.

Explica Apocalipsis 21:1-20. También Apocalipsis 22:1-5.

Por Palabra queda demostrado que por Jerusalén se entiende la Iglesia, como en los siguientes pasajes:

Isaías 1:1; 2:1; 3:8; 5:3; 7:1; 10:10-12, 32; 22:10; 31:5; 33:20; 36:2, 7, 20; 37:10, 32; 40:2; 41:27; 44:26, 28; 52:9; 62:1, 7; 64:10; 65:18; 66:10, 20; 27:13; 30:19, 2:3; 3:1; 4:3; 24:23; 28:14; 31:9; 65:19; 66:13; 5:3; 8:14; 22:21; 40:9; 51:17; 52:1-2; 62:6.

“Hija de Jerusalén”:

Lamentaciones 2:13, 15;

Miqueas 4:8;

Sofonías 3:14;

Zacarías 9:9.

Jeremías 1:3, 15; 2:2; 3:17; 4:3, 10-11; 5:1; 6:1; 7:17, 34; 8:5; 9:11; 11:6, 13; 13:9; 14:2, 16; 17:19, 21, 26, 27; 19:7, 13; 22:19; 23:14, 15; 25:8; 26:18; 27:3, 20, 21; 29:2; 32:2, 44; 33:10, 13, 16; 34:19; 35:11; 36:9; 37:5, 12; 38:28; 39:8; 40:1; 44:2, 6, 9, 13, 17, 21; 51:50; 52:12-14. Jeremías 4:16; 6:6; 34:1, 7; 39:1; 52:4; 27:18; 29:25; 34:8; 35:11; 24:1; 27:20; 29:1, 2, 4, 20; 4:5; 15:4; 34:6; 52:1, 3; 4:4; 8:1; 11:2, 9, 12; 13:13; 17:20, 25; 18:11; 19:3; 25:2; 32:32; 35:13, 17; 42:18; 4:14; 6:8; 52:29; 13:27; 15:5; Lamentaciones 1:7, 8, 17; 2:10; 4:12.

Ezequiel 4:1, 7; 5:5; 8:3; 9:4, 8; 13:16; 14:22; 16:2-3; 17:12; 21:2, 20, 22; 22:19; 23:4; 33:21; 36:38; 24:2; 26:2, 4:16; 12:10, 11:15; 12:19; 15:6.

Daniel 1:1; 6:10; 9:2, 12, 16, 25; 5:2, 3; 9:7.

Joel 3:1, 5-6, 16-17, 20.

Amós 2:5; 1:2.

Abdías 1:11, 20.

Miqueas 1:1, 5, 9, 12; 3:10, 12; 4:2.

Zacarías 1:12, 14, 16-17, 19; 2:2, 4, 12; 3:2; 7:7; 8:3-4, 8, 15; 12:2-3, 6; 14:4, 10-11, 17; 12:2, 9; 14:2, 12, 16; 14:8, 14; 9:10; 8:22; 12:6, 11; 14:21; 12:5, 7-8, 10; 13:1.

Malaquías 3:4; 2:11.

Sofonías 1:4, 12; 3:16.

Salmos 51:18; 79:1, 3; 122:3, 6; 125:2; 128:5; 137:6, 7; 147:2; 68:29; 135:21; 102:21; 116:19; 122:2; 137:5; 147:12.

Algunos mencionan los eventos precedentes en el libro de Apocalipsis, como los concernientes al Dragón (Apocalipsis 12;13:1-4; 16:12, 13; 20:1-3) y la Bestia escarlata (Apocalipsis 17:1-17), y su destrucción (Apocalipsis 18:21-24; 20:1-3, 7-10).

El Juicio Final: que ha sido descrito y necesita ser descrito con más detalle.

Por qué se establece una Nueva Iglesia después de la ejecución de un Juicio Final.

Que no fue establecida antes de eso para evitar que las cosas santas sean profanadas.

Que se dio una promesa en el momento en que el significado espiritual de la Palabra sería revelado. Además, que el Señor solo es la Palabra.

Su Adviento aconteció.

Que el cielo por lo tanto se ha abierto para mí.

Artículo II.

La Iglesia está ahora en su final y, entre algunos, hoy en día existe alguna religión.

Las personas no saben con respecto al Señor que solo Él es el Dios que gobierna el cielo y la tierra, por lo tanto, que Él es un Dios en persona y esencia, en quien está la Trinidad; y, sin embargo, toda religión se basa en un concepto de Dios y en la adoración y servicio a Él.

Las personas no saben que la fe no es otra cosa que la verdad, y no saben si lo que ellos llaman fe es la verdad o no. (Extracto de algunos pasajes del pequeño trabajo sobre el Señor.)

La fe de hoy – hablando sinceramente. También que hay grados de justificación. Si son verdades pueden concluirse de las siguientes observaciones.

Si esto es fe, no hay necesidad de verdades, ni de caridad, ni siquiera de ningún concepto de ellas.

No se sabe qué es la caridad.

No hay conocimiento del bien y el mal.

Artículo III.

Cada persona es una persona después de la muerte, y es entonces lo que es su amor, y el amor de una persona es la vida que espera a todos después de la muerte hasta la eternidad.

Todos son examinados después de la muerte para descubrir la naturaleza de su amor.

Cada espíritu es una forma de su afecto.

Todo el cielo se distingue en sociedades de acuerdo con las variedades de sus afectos, y todo el infierno en las sociedades de acuerdo con las variedades de sus concupiscencias.

Cualquiera sea el carácter del afecto de una persona, tal es el carácter de su pensamiento.

Artículo IV.

El diablo en una persona reside en las malas cualidades de su vida, y el Señor en las buenas cualidades de su vida

Artículo V.

Abstenerse de los males es hacer el bien, y esta es la esencia de la religión

Algunas observaciones sobre combates y tentaciones o ensayos.

Abstenerse de los males no es otra cosa que alejar al demonio, y en la medida en que una persona hace esto se une con el Señor y se abre el cielo, y, mientras no lo haga, está en el infierno.

Artículo VI.

Una persona que se abstiene de los males porque son pecados tiene fe, y esto hasta el grado de su abstinencia.

Algunas verdades son cuestiones de fe y no de vida. En la medida en que las verdades que son asuntos de la vida se aplican a la propia vida, en el mismo grado las verdades que son asuntos de fe se convierten en verdades de la propia fe, y esta última no en absoluto más o menos que la primera.

Enumera las verdades de la fe que, por lo demás, son cuestiones de conocimiento y no de fe.

Sobre la oración de los ingleses antes de la Santa Cena, y sobre la de los suecos también, incluyendo extractos de “Obstáculos para el impenitente”.

Por lo tanto, hay dos tablas [del Decálogo], y se llaman un pacto. En la medida en que una persona lleva a cabo una, en la misma medida se abre la otra.

Artículo VII.

Los Diez Mandamientos del Decálogo contienen en resumen todos los principios de la religión

Muchas observaciones sobre la santidad del Decálogo.

Recapitulación

Una recapitulación de los siete artículos, con la observación de que nadie puede negar que son la esencia de la religión.

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Traducido al español por el Dr. Andrés Omar Ayala, DD – 2018. Thank you to the Swedenborg en Español website for the permission to include this on our site.

Biblija

 

Daniel 9:16

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16 Oh Señor, según todas tus justicias, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalem, tu santo monte: porque á causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalem y tu pueblo dados son en oprobio á todos en derredor nues

Biblija

 

Apocalipsis 21:1-20

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1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es.

2 Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.

4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.

5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

6 Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente.

7 El que venciere, poseerá todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

8 Mas á los temerosos é incrédulos, á los abominables y homicidas, á los fornicarios y hechiceros, y á los idólatras, y á todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

9 Y vino á mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del Cordero.

10 Y llevóme en Espíritu á un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios,

11 Teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante á una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.

12 Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.

13 Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodiá tres puertas; al poniente tres puertas.

14 Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15 Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.

16 Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.

17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.

18 Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.

19 Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;

20 El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.