De obras de Swedenborg

 

La Verdadera Religión Cristiana #1

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1. El Prefacio del Autor: La Fe del Nuevo Cielo y de la Nueva Iglesia

La Fe del nuevo Cielo y de la nueva Iglesia en su forma universal y particular (1-3).

En primer lugar se dará a conocer la fe en su forma universal y particular y será como una faz delante de la obra, como un portal, por el cual se entra en un templo y como la suma de los dogmas que a continuación se expondrán: Decimos la fe del Nuevo Cielo y de la Nueva Iglesia, porque el Cielo, donde están los ángeles, forma uno con la Iglesia, donde están los hombres, como lo interior y lo exterior del hombre. Por esta razón todo miembro de la Iglesia, que se halla en el bien del amor por las verdades de la fe y en las verdades de la fe por el bien del amor, es, en cuanto a su mente interior, un ángel del cielo; y después de la muerte va también al cielo y goza allí de felicidad según el estado de la conjunción entre el bien y la verdad en él. Conviene saber, que esta fe es la haz, la puerta y la suma del Nuevo. Cielo, que el Señor está formando actualmente.

  
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La Biblia

 

Apocalipsis 21

Estudio

   

1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es.

2 Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.

4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.

5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

6 Y díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente.

7 El que venciere, poseerá todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

8 Mas á los temerosos é incrédulos, á los abominables y homicidas, á los fornicarios y hechiceros, y á los idólatras, y á todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

9 Y vino á mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del Cordero.

10 Y llevóme en Espíritu á un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios,

11 Teniendo la claridad de Dios: y su luz era semejante á una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.

12 Y tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.

13 Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodiá tres puertas; al poniente tres puertas.

14 Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15 Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.

16 Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.

17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.

18 Y el material de su muro era de jaspe: mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.

19 Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;

20 El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

21 Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio trasparente.

22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

23 Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.

24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor á ella

25 Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.

26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones á ella.

27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.

   

De obras de Swedenborg

 

Marriage #11

  
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11. Those, however, who live further down in the western region are similar and even more numerous. They are the unmarried women who have given themselves up to prostitution, and spent their whole lives in that trade. There is a similar smell of mice there, but it is not so rank; they too appear like mice, but smaller ones. The caverns where they are seem to run in rings beneath the ground, one cavern below the other. There is a vast number there.

  
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Thanks to the Swedenborg Society for the permission to use this translation.