SÍLABO.
I. Que no hay ninguna Iglesia verdadera, si para ella Dios no es Uno, y Él es Jehovah Dios en forma humana, y así, que Dios es hombre y el hombre es Dios.
II. Que la doctrina contenida en "la Verdadera Religión Cristiana" concuerda con la doctrina de la Iglesia Católica Romana y con la doctrina de los Protestantes, que reconocen una Unión Personal en Cristo, y que se acercan a Cristo, y que toman los dos elementos en la Eucaristía.
III. Del por qué ahora, por primera vez y no antes, las Verdades anteriormente enunciadas se revelan a la Iglesia, se explican aquí varias causas. Particularmente, que la Nueva Iglesia no es establecida antes de que la Iglesia anterior sea consumada.
IV. La relación de la Divina Providencia con estos asuntos:
A) De las herejías que surgieron después del tiempo de los Apóstoles.
B) Por qué nació la Iglesia de Roma.
C) Las causas de la separación de esa Iglesia, como de una madre no digna.
D) Por qué la Iglesia Griega se separó de la Romana.
V. Acerca de los milagros, que han destruido a la Iglesia, se explican varias cosas (y de las palabras del Señor en Mateo 24).
VI. Que todas las cosas han tendido a esto: que aquellos hombres que fueron canonizados como santos, fueran invocados.
VII. Que esta Iglesia no se ha instaurado y constituido a través de milagros, sino mediante la Revelación del sentido espiritual de la Palabra, y a través de la introducción de mi espíritu y mi cuerpo, simultáneamente, en el mundo espiritual, para que yo pudiera saber allí qué es el Cielo y qué es el infierno, y que, inmediatamente en la Luz, comprendiera por obra del Señor las Verdades de la fe, por medio de las cuales el hombre es conducido a la Vida Eterna.
VIII. Sobre el Advenimiento del Señor (a partir de la Palabra y de los Credos).
IX. La Invitación a la Nueva Iglesia, para que los hombres vayan al encuentro del Señor (del ; y también del capítulo 1, etc., etc.).
X. Que de ahora en adelante los creyentes no serán llamados "Evangélicos" o "Reformados", y mucho menos "Luteranos" o "Calvinistas", sino Cristianos.
XI. Varias cosas acerca de los milagros.
