Sabiduría Angélica Sobre El Divino Amor y La Divina Sabiduría#0

原作者: 伊曼纽尔斯威登堡

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SABIDURÍA ANGÉLICA SOBRE EL DIVINO AMOR Y LA DIVINA SABIDURÍA

Por EMANUEL SWEDENBORG

Traducido por el Dr. Calleja al español de la traducción al inglés por el Rev. John Whitehead. Transcrito y revisado por David Simpson, y también revisado por Daniel Calvo, y por los reverendos Andrew Heilman y Johnny Villanueva.

©Heavenly Doctrine Publishing Foundation

Kempton, Pennsyvania – noviembre, 2021

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Prefacio

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Hace más de 100 años, el Dr. L. E. Calleja tradujo la obra “Sabiduría Angélica sobre el Divino Amor y la Divina Sabiduria” para el idioma español, a partir de la traducción en inglés del Rev. John Whitehead, y comparándola con el latín. Recientemente, este trabajo fue descubierto en la Escuela de Religión de Swedenborg, a cual luego fue mecanografiado en la computadora y revisado por David Simpson. David o envió a la Fundación de Publicaciones de la Doctrina Celestial para su publicación. Desde entonces ha sido revisado por el HDPF del latín, hecho para garantizar la consistencia de la traducción, y también ha sido revisado en español por Daniel Calvo y el reverendo Johnny Villanueva.

Aunque estamos seguros de que hay mejoras por hacer, ya que esto fue originalmente traducido del inglés, se cree que esta traducción podrá transmitir la Sabiduría Angelical contenida en este libro tan maravilloso, para el mundo de habla hispana. Esperamos tener esto listo en breve, para que la prensa lo publique en poco tiempo, pero mientras tanto parece mejor compartir este trabajo con el público en forma electrónica. Si desea una copia de este archivo en formato PDF, o desea compartirlo con otras personas, comuníquese con la Fundación de Publicaciones Doctrina Celestial. Además, si usted tiene sugerencias o correcciones, háganoslo saber.

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Preface in English

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Over 100 years ago Dr. L. E. Calleja translated this work from the English translation by the Rev. John Whitehead, comparing it with the Latin as he went. Recently this work was discovered at the Swedenborg School of Religion, and was then typed into the computer and revised by David Simpson. David sent to the Heavenly Doctrine Publishing Foundation for publication. It has since then been further revised by the HDPF from the Latin for consistency of translation, and well as Spanish Revision by Daniel Calvo and the Rev. Johnny Villanueva.

Although we are sure there are improvements to be made, as this was originally translated from English, it is felt it that this translation will be able to transmit the angelic wisdom contained in this most wonderful book to the Spanish speaking world. We hope to have this ready to publish by the press in a short while, but in the meantime it seems best to share this work with the public in electronic form. If you would like a copy of this file as a PDF, or would like to share it others, please contact the Heavenly Doctrine Publishing Foundation. Also if you have suggestions or corrections please let us know.

Andrew James Heilman, Secretary HDPF

Kempton, Pennsyvania -- November, 2021

[email protected], www.heavenlydoctrinepublishing.org.

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Índice General

— Parte I —

§1. El amor es la vida del hombre.

§4. Dios sólo, que es el Señor, es el amor mismo, por cuanto que Él es la vida misma; y los ángeles y los hombres son receptáculos de vida.

§7. Dios no está en el espacio

§11. Dios es el Hombre mismo

§14. En Dios-Hombre el Ser y el Existir son uno, y sin embargo distintos.

§17. En Dios-Hombre los infinitos son distintamente uno.

§23. Hay Un Dios-Hombre de quien todas las cosas son.

§28. La Divina Esencia Misma es Amor y Sabiduría.

§34. El Divino Amor pertenece al Amor y Sabiduría, y la Divina Sabiduría pertenece al Divino Amor.

§40. El Divino Amor y la Divina Sabiduría son sustancia y forma.

§44. El Divino Amor y la Divina Sabiduría son sustancia y forma en sí mismos, así lo mismo y lo único.

§47. El Divino Amor y la Divina Sabiduría no pueden ser otro que el ser y el existir en otros creados por ellos mismos.

§52. Todas las cosas en el universo fueron creadas por el Divino Amor y la Divina Sabiduría del Dios-Hombre.

§55. Todas las cosas en el universo son recipientes del Divino Amor y de la Divina Sabiduría del Dios-Hombre.

§61. Todas las cosas creadas son en una cierta Imagen referente al Hombre.

§65. Los usos de todas las cosas que son creadas ascienden por grados desde las últimas hacia el hombre, y por el hombre hacia Dios el Creador, su fuente.

§69. Dios llena el espacio del universo sin espacio.

§73. Dios está en todo tiempo sin tiempo.

§77. Dios en las cosas grandes y pequeñas es el mismo (idem).

— Parte II —

§83. El Divino Amor y la Divina Sabiduría aparecen en el mundo espiritual como un sol.

§89. Del sol, que existe por el Divino Amor y la Divina Sabiduría, proceden el calor y la luz.

§93. Aquel sol no es Dios, sino un procedente del Divino Amor y la Divina Sabiduría del Dios-Hombre; semejantemente el calor y la luz de aquel sol.

§99. El calor y la luz espirituales, porque proceden del Señor como un sol, hacen uno, así como Su Divino Amor y Divina Sabiduría son uno.

§103. El sol del mundo espiritual aparece en una altitud media distante de los ángeles, como el sol del mundo natural está para los hombres.

§108. La distancia entre el sol y los ángeles en el mundo espiritual es una apariencia según la recepción de ellos del Divino Amor y de la Divina Sabiduría.

§113. Los ángeles están en el Señor y el Señor en ellos, y por cuanto que los ángeles son recipientes, el Señor solamente es el cielo.

§119. En el mundo espiritual el oriente está en donde el Señor aparece como un Sol, y los otros puntos cardinales son determinados por Éste

§124. Los puntos cardinales (plagae) en el mundo espiritual no son por el Señor como un sol, sino por los ángeles según su recepción.

§129. Los ángeles dirigen su rostro constantemente hacia el Señor como un sol, teniendo así el sur a su derecha, el norte a su izquierda y el occidente detrás de ellos.

§135. Todos los interiores de los ángeles, tanto de la mente como del cuerpo, se dirigen hacia el Señor como un Sol.

§140. Todo espíritu, cualquiera que sea su cualidad, se dirige semejantemente hacia su amor reinante.

§146. El Divino Amor y la Divina Sabiduría, que proceden del Señor como un sol, y proceden calor y luz en el cielo, son aquel Divino procedente, que es el Espíritu Santo.

§151. El Señor creó el universo y todas sus cosas por medio de aquel sol, que es lo primero procedente del Divino Amor y de la Divina Sabiduría.

§157. El sol del mundo natural es puro fuego, y por consiguiente muerto, y como la naturaleza, tiene su origen en este sol, ella es muerta.

§163. Sin los dos soles, uno vivo y el otro muerto, la creación es imposible.

§167. El Fin de la Creación existe en los últimos, que es que todas las cosas vuelven al Creador, y que haya conjunción.

— Parte III —

§173. En el mundo espiritual hay atmósferas, aguas y tierras, como en el mundo natural. Pero son espirituales, en cuanto que en el mundo natural son naturales.

§179. Hay diferentes grados de amor y de sabiduría, y por lo tanto grados de calor y luz, y así grados de las atmósferas.

§184. Los grados son de dos géneros: grados de altitud y grados de latitud.

§189. Los grados de altitud son homogéneos, y uno viene del otro en series, como fin, causa y efecto.

§195. El grado primero es el todo en todos del grado subsiguiente.

§199. Toda perfección aumenta y asciende por grados y asciende según ellos.

§205. En orden sucesivo el grado primero constituye lo más elevado y el tercero lo más bajo; pero en orden simultáneo el grado primero constituye lo más íntimo, y el tercero lo más exterior.

§209. El último grado es el complejo, lo continente y es la base de los grados anteriores.

§217. Los grados de altitud en su último están en plenitud y en potencia.

§222. Hay grados de ambos géneros en lo más grande y más pequeño de todas las cosas creadas.

§230. Los tres grados de altitud son infinitos e increados en el Señor; pero finitos y creados en el hombre.

§236. Estos tres grados de altitud están en todo hombre desde el nacimiento, y pueden ser sucesivamente abiertos: y cuando están abiertos, el hombre está en el Señor y el Señor en el hombre.

§242. La luz espiritual fluye por tres grados en el hombre; pero no el calor espiritual, sino en tanto que él huye de los males como pecados y regresa para el Señor.

§248. Si el grado superior, que es el espiritual, no es abierto en el hombre, este se hace natural y sensual.

§251. (i.) Lo que es el hombre natural y lo que es el hombre espiritual.

§252. (ii.) La cualidad del hombre natural en quien el grado espiritual ha sido abierto.

§253. (iii.) La cualidad del hombre natural en quien el grado espiritual no ha sido abierto, y sin embargo está cerrado.

§254. (iv.) La cualidad del hombre natural en quien el grado espiritual está completamente cerrado.

§255. (v.) Luego, la distinción entre la vida del hombre meramente natural y la del animal.

§256. El grado natural de la mente humana, visto en sí mismo, es continuo; pero por su correspondencia con los dos grados superiores, cuando se eleva, parece ser discreto.

§260. La mente natural, porque cubre y contiene los grados superiores de la mente humana, es reactiva; que, si los grados superiores no están abiertos, actúa contra ellos, pero si están abiertos, actúa con ellos.

§264. El origen del mal es el abuso de las facultades propias del hombre, llamadas la racionalidad y la libertad.

§266. (i.) El hombre malo goza estas dos facultades igualmente que el hombre bueno.

§267. (ii.) El hombre malo abusa de sus facultades para confirmarse en el mal y en la falsedad; y el hombre bueno las usa para confirmarse en el bien y en la verdad.

§268. (iii.) El mal y la falsedad confirmados en el hombre se hacen permanentes, y se convierte en su amor, y así en su vida.

§269. (iv.) Todo lo que se convierte en el amor y la vida, es heredado por los hijos.

§270. (v.) Todo mal y toda falsedad, tanto hereditaria como adquirida, reside en la mente natural.

§271. El mal y la falsedad son totalmente opuestos al bien y a la verdad, porque el mal y la falsedad son diabólicos e infernales; mientras que el bien y la verdad son Divinos y celestiales.

§273. (i.) La mente natural que está en el mal y por lo tanto en la falsedad, es una forma e imagen del infierno.

§274. (ii.) La mente natural, que es una forma o imagen del infierno, desciende por tres grados.

§275. (iii.) Los tres grados de la mente natural, que es una forma e imagen del infierno, son opuestos a los tres grados de la mente espiritual, que es una forma e imagen del cielo.

§276. (iv.) La mente natural, que es un infierno, está totalmente opuesta a la mente espiritual, que es un cielo.

§277. Todo lo que pertenece a los tres grados de la mente natural está incluido en las obras que se hacen por los actos del cuerpo.

— Parte IV —

§282. El Señor desde la eternidad, que es Jehovah, creó el universo y todas las cosas, de Sí mismo, y no de la nada.

§285. El Señor desde la eternidad, o Jehovah, no pudo haber creado el universo y todas sus cosas de Sí mismo, si no fuera Hombre.

§290. El Señor desde la Eternidad, o Jehovah, produjo de Sí mismo el Sol del Mundo Espiritual, y por este creó el Universo y todas sus cosas.

§296. Hay tres cosas en el Señor, que son el Señor, lo Divino del amor, lo Divino de la sabiduría, y lo Divino del uso; y ellos son presentados en apariencia fuera del sol del mundo espiritual, lo Divino del amor en el calor, lo Divino de la sabiduría en la luz, y lo Divino del uso en la atmósfera que los contiene.

§302. Las atmósferas, que son tres en número en ambos mundos, espiritual e natural, en sus últimos terminan en las sustancias y materias, tales como están en las tierras.

§305. En las sustancias y materias, de las cuales son las tierras, no hay nada de lo Divino en Sí mismo, aunque estas cosas son de lo Divino en Sí mismo.

§307. Todos los usos que son los fines de la creación, existen en formas, y asumen estas formas de las sustancias y las materias, que están en las tierras.

§310. (i.) Hay en las tierras un esfuerzo para producir usos en formas o formas de los usos.

§313. (ii.) En todas las formas de uso hay una cierta imagen de la creación.

§317. (iii.) En todas las formas de uso hay una cierta imagen del hombre.

§318. (iv.) En todas las formas de uso hay una cierta imagen de lo Infinito y Eterno.

§319. Todas las cosas en el universo creado, vistas por sus usos, se refieren al hombre en imagen, lo que testifica que Dios es Hombre.

§327. Todas las cosas creadas por el Señor son usos; y lo que está en el orden, grado y relación son usos que se refieren al hombre, y por el hombre al Señor de quien vienen.

§331. (i.) Los usos que sostienen el cuerpo.

§332. (ii.) Los usos para perfeccionar la racionalidad.

§333. (iii.) Los usos por la recepción de lo espiritual que viene del Señor.

§336. Los malos usos no fueron creados por el Señor, sino que se originan junto con el infierno.

§338. (i.) Lo que se entiende por malos usos sobre la tierra.

§339. (ii.) Todas las cosas que son malos usos están en el infierno, y las que son buenos usos están en el cielo.

§340. (iii.) Hay un influjo continuo del mundo espiritual en el mundo natural.

§341. (iv.) La operación del influjo del infierno produce malos usos en los lugares en que existen las cosas correspondientes a esos usos.

§345. (v.) Lo último de lo espiritual, separado de su superior, opera eso.

§346. (vi.) Hay dos formas en las que tiene lugar la operación por el influjo, la forma vegetal y la forma animal.

§347. (vii.) Ambas formas reciben la capacidad de propagar su género y los medios de propagación.

§349. Las cosas visibles del Universo dan testimonio de que la Naturaleza no ha producido nada y no produce nada, sino que lo Divino produjo y produce todas las cosas de Sí mismo y por medio del Mundo espiritual.

— Parte V —

§358. Fueran creadas y formadas en el hombre por el Señor dos receptáculos y habitaciones para Sí mismo, llamados la voluntad y el entendimiento; la voluntad para su Divino Amor, y el Entendimiento para su Divina Sabiduría.

§362. La voluntad y el entendimiento, que son receptáculos del amor y la sabiduría, están totalmente y en cada parte del cerebro; y por éste en todo el cuerpo y en cada parte de él.

§363. (i) El amor y la sabiduría, y así la voluntad y el entendimiento, hacen la vida misma del hombre.

§365. (ii) La vida del hombre existe en los principios en los cerebros, y en los derivados del cuerpo.

§366. (iii) Tal como es la vida en sus principios, así es en el todo y en cada una de sus partes.

§367. (iv) La vida por medio de sus primeros principios está de cada parte en el todo, y del todo en cada parte.

§368. (v.) Tal como es el amor, tal es la sabiduría, y tal así es el hombre.

§371. Hay una correspondencia de la voluntad con el corazón y del entendimiento con los pulmones.

§372. (i.) Todas las cosas de la mente se refieren a la voluntad y al entendimiento, y todas las cosas del cuerpo al corazón y a los pulmones.

§374. (ii.) Hay una correspondencia de la voluntad y el entendimiento con el corazón y los pulmones, y por lo mismo una correspondencia de toda la mente con todo el cuerpo, en todos sus particulares.

§378. (iii.) La voluntad corresponde al corazón.

§382. (iv.) El entendimiento corresponde a los pulmones.

§385. (v.) Por esta correspondencia pueden descubrirse muchos arcanos de la voluntad y el entendimiento; y por lo mismo del amor y la sabiduría.

§386. (vi.) La mente del hombre es su espíritu, y el espíritu es el hombre; y el cuerpo es una [cubierta] externa por medio de la cual la mente o espíritu siente y actúa en el mundo.

§390. (vii.) La conjunción del espíritu del hombre con el cuerpo es por medio de correspondencia de la voluntad y el entendimiento con el corazón y los pulmones y su disyunción por falta de correspondencia.

§394. Por la correspondencia del corazón con la voluntad, y de los pulmones con el entendimiento puede saberse todo lo que han que saber de la voluntad y el entendimiento o del amor y la sabiduría, así del alma.

§399. (i.) El amor o la voluntad son la vida misma del hombre.

§400. (ii.) El amor o la voluntad se esfuerzan continuamente por la forma humana y para todo lo que es de la forma humana.

§401. (iii.) El amor o la voluntad no pueden hacer nada por su forma humana sin un casamiento con la sabiduría o el entendimiento.

§402. (iv.) El amor o la voluntad preparan una casa o cámara para su futura novia, que son la sabiduría o el entendimiento.

§403. (v.) El amor o la voluntad preparan todo en su propia forma humana, para que puedan actuar en conjunción con la sabiduría o el entendimiento.

§404. (vi.) Cuando se realizan las nupcias, la primera conjunción se efectúa por el amor del conocimiento, de donde viene el amor de la verdad.

§404. (vii.) La segunda conjunción se efectúa por el amor del entendimiento, de donde viene la percepción de la verdad.

§404. (viii.) La tercera conjunción se efectúa por el amor de ver la verdad, de donde viene el pensamiento.

§406. (ix.) El amor, o la voluntad, por estas tres conjunciones entra en su vida sensitiva y activa.

§408. (x.) El amor o la voluntad introducen la sabiduría o el entendimiento en todas las cosas de su casa.

§409. (xi.) El amor o la voluntad no hacen nada sino en conjunción con el entendimiento.

§410. (xii.) El amor o la voluntad se conjuntan a la sabiduría o el entendimiento y ocasionan la reciprocidad de la sabiduría o el entendimiento.

§413. (xiii.) La sabiduría o el entendimiento, por el poder que el amor le da, puede ser elevado, y recibir lo que pertenece a la luz del cielo, e percibirlo.

§414. (xiv.) El amor, o la voluntad, pueden semejantemente ser elevado, e recibir lo que pertenece al calor del cielo, si ama la sabiduría, su esposa en aquel grado.

§416. (xv.) De otro modo el amor o la voluntad retira la sabiduría o el entendimiento de su elevación, para hacerlo actuar como uno consigo.

§419. (xvi.) El amor o la voluntad se purifican en el entendimiento, si ambos se elevan juntamente.

§421. (xvii.) El amor o la voluntad se corrompen en el entendimiento, y por él, si ambos no se elevan juntamente.

§422. (xviii.) El amor purificado por la sabiduría en el entendimiento, se convierte en espiritual y celestial.

§424. (xix.) El amor corrompido en el entendimiento y por él, se convierte en natural, sensual, y corporal.

§425. (xx.) La facultad de entender, llamada racionalidad, y facultad de actuar, llamada libertad, permanecen aún.

§426. (xxi.) El amor espiritual y celestial es el amor por el prójimo y al Señor, mientras que el amor natural y sensual es amor del mundo y de sí mismo.

§427. (xxii.) Es similar con la caridad y la fe y su conjunción, como con la voluntad y el entrenamiento y la conjunción de ellos.

§432. La forma inicial del hombre en la concepción.

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Traducido por el Dr. Calleja al español de la traducción al inglés por el Rev. John Whitehead. Transcrito y revisado por David Simpson, y también revisado por Daniel Calvo, y por los reverendos Andrew Heilman y Johnny Villanueva.