ბიბლია

 

Exodus 23:14-19 : სამი წლიური ფესტივალი

Სწავლა

14 Three times thou shalt keep a feast unto me in the year.

15 Thou shalt keep the feast of unleavened bread: (thou shalt eat unleavened bread seven days, as I commanded thee, in the time appointed of the month Abib; for in it thou camest out from Egypt: and none shall appear before me empty:)

16 And the feast of harvest, the firstfruits of thy labours, which thou hast sown in the field: and the feast of ingathering, which is in the end of the year, when thou hast gathered in thy labours out of the field.

17 Three times in the year all thy males shall appear before the Lord GOD.

18 Thou shalt not offer the blood of my sacrifice with leavened bread; neither shall the fat of my sacrifice remain until the morning.

19 The first of the firstfruits of thy land thou shalt bring into the house of the LORD thy God. Thou shalt not seethe a kid in his mother's milk.

კომენტარი

 

Tres fiestas

By New Christian Bible Study Staff (მანქანაში ნათარგმნი Español)

A loaf of homemade bread.

Los hijos de Israel debían celebrar tres fiestas cada año: la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las primicias y la fiesta de la recolección. ¿Debemos seguir haciéndolo?

En el Éxodo 23:14-16, Moisés recibe las instrucciones sobre estas fiestas. Esos tres versículos del Éxodo comprenden nuestra breve historia. Su significado interno se explica en Arcana Coelestia 9286-9296.

Hay tres fiestas. En la Palabra, el número tres representa una plenitud, una sensación de que las cosas están cubiertas de principio a fin. Nuestro agradecimiento al Señor se supone que debe continuar, que debe perdurar.

La primera fiesta, la de los panes sin levadura, representa la adoración, nuestro agradecimiento por la acción del Señor en nuestras mentes para deshacernos de las falsas ideas. Eso nos permite empezar a recibir buenos amores.

La segunda fiesta, la de las primicias, se refiere a la siembra de ideas verdaderas en esa "tierra" de amores iniciales para hacer el bien.

La tercera fiesta, de la cosecha, o de la recolección, representa el momento en que, al aplicar nuestras ideas verdaderas, recibimos el bien real -los amores al prójimo y al Señor- que se convierten en el centro de nuestra vida. Este es el estado de renacimiento, en el que, trabajando a lo largo del año (nuestras vidas), y aguantando en agradecimiento, hemos permitido al Señor deshacerse de nuestras falsas ideas, y empujar nuestros malos amores a la periferia, para que el bien pueda trabajar, y ser fructífero.

Estas fiestas, entonces, representan el progreso de nuestra vida espiritual. De alguna manera, tenemos que guardarlas.