El ser humano es político. Una "polis" es lo que los antiguos griegos llamaban una ciudad-estado. Utilizamos la "política" para saber cómo vivir y llevarnos bien con otras personas, en comunidades grandes y pequeñas.
Hoy en día, el mundo contiene la respiración, (esto fue escrito en febrero de 2021, por lo que el caso específico es de fecha, pero el tema principal es eterno!) para ver si Rusia realmente invadirá (de nuevo) su pacífico país vecino mucho más pequeño de Ucrania. Es un problema político terrible.
¿Por qué tenemos este problema político? ¿Es la codicia? ¿Deseo de poder y dominio? ¿Miedo al cerco? ¿Interpretaciones totalmente diferentes de la realidad? ¿Es que el sistema político ruso está roto, permitiendo que unos pocos poderosos lleven a todo un país hacia el mal por algún beneficio para ellos mismos?
El Dr. Steven Garber argumentaría que tiene su origen en un problema cultural: "La cultura está a contracorriente de la política, siempre y en todas partes", escribió, allá por noviembre de 2016.
Y tiene razón. Ray Blunt, respondiendo al artículo del Dr. Garber, estuvo de acuerdo, y añadió esto: "La cultura, la cultura sana, puede estar aguas arriba de la política; también la cultura malsana y enferma".
Blunt continuó con una interesante nota sobre los esfuerzos de William Wilberforce para acabar con la esclavitud:
"Una de las cosas más notables que hizo William Wilberforce fue escribir un libro. Su único libro, 'Real Christianity', llegó en el nadir de su intento de diez años de transformar la cultura británica -sus modales y su moral- y acabar con el comercio de esclavos.... Del reiterado fracaso de ese cambio surgió su extenso análisis de lo que afligía a Gran Bretaña -en una palabra, el egoísmo-.... Sólo un retorno al corazón del verdadero cristianismo anclado en la humildad y el liderazgo de servicio, argumentaba, permitiría a Gran Bretaña seguir siendo una gran nación".
Aquí, Blunt da realmente el siguiente salto río arriba. Se centra en la religión, correctamente, en nuestra opinión. La religión es la corriente ascendente de la cultura. Es lo que hace que una cultura sea saludable o no.
En su discurso de despedida, George Washington señaló la conexión vital entre la religión y la política: "De todas las disposiciones y hábitos que conducen a la prosperidad política, la religión y la moral son soportes indispensables". 1
En la Biblia, en el Evangelio de Mateo, Jesús enseña esto,
"¿Cómo puedes hablar cosas buenas cuando eres malo? ...de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas, y el hombre malo del mal tesoro saca cosas malas". (Mateo 12:34-35)
En el Evangelio de Lucas, en el "Sermón de la Llanura", Jesús dice,
"... un árbol bueno no da frutos malos, ni un árbol malo da frutos buenos.... cada árbol se conoce por su propio fruto. Porque los hombres no recogen higos de los espinos, ni recogen uvas de las zarzas". (Lucas 6:43-44)
En su forma analítica, en "Doctrina de la vida" (de 1763), Swedenborg dice prácticamente lo mismo:
"Una persona que posee la bondad espiritual es una persona moral y cívica porque la bondad espiritual tiene en ella la esencia de la bondad, y la bondad moral y cívica se derivan de ella". (Doctrina de la Vida para la Nueva Jerusalén 13, Traducción de Rogers)
Todos creemos algo. Podemos creer que no hay Dios ni un propósito global, y que todos somos combinaciones aleatorias de moléculas con propósitos inventados por nosotros mismos, y si creemos eso, vamos a crear una cultura diferente que si creemos que hay un Dios, y un propósito, y que debemos amar a nuestro prójimo. Tal vez deberíamos decir que "la creencia es la base de la cultura". Hay algo de eso. La gente cree en... un mundo material científico. Ninguna verdad objetiva. Ningún bien o mal objetivo. "Es mi verdad". "Es lo que soy".
La religión tiene una mala reputación. Parte de ella es merecida... pero... espera. Piénsalo bien. Realmente parece tener más sentido que haya un propósito, que el universo físico parezca favorecer la vida y la inteligencia, y que, si estamos despiertos, tengamos destellos de comprensión de las realidades espirituales.
La religión, fundamentalmente, no tiene que ver con los rituales, los edificios de las iglesias o los sacerdotes, sino con la revinculación y la unión con el Dios que nos creó. Él es "el río arriba", la fuente, el "río puro de agua de vida" (Apocalipsis 22:1) en el centro de la ciudad, la Nueva Jerusalén. Es la fuente de todo amor y sabiduría.
Si buscamos con seriedad, fidelidad y humildad tratar de entender y hacer la voluntad de Dios, si "dejamos de hacer el mal y aprendemos a hacer el bien", (Isaías 1:16) estaremos ayudando a crear una cultura sana. Si creamos una cultura sana, podremos construir una política sana. Podremos convertir nuestras espadas en arados, (Isaías 2:4) y "habitar en paz". (Isaías 32:18)
Podemos contaminar el río, desviarlo, embalsarlo, ignorarlo. O podemos dejar que nos limpie y tratar de remar río arriba, para explorar su cabecera.
Notas a pie de página:
1. 1. George Washington, "Farewell Address, 19 September 1796," in The Writings of George Washington, ed. John C. Fitzpatrick, 37 vols. John C. Fitzpatrick, 37 vols. (Washington, D.C.: Government Printing Office, 1931-1940), 35:229
