Juan 2:4

Studie

       

4 Y le dice Jesús: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.


Komentář k tomuto verši  

Napsal(a) Brian David (strojově přeloženo do Español)

{{en|1=Jesus making water into wine, Wieliczka Salt Mine.}}

Este es un verso que suena extraño, ya que Jesús parece dirigirse a su propia madre de forma brusca y un poco despectiva. También parece que se desentiende de la falta de vino como un problema ajeno. Sin embargo, ambas impresiones son aparentemente erróneas, incluso en el sentido literal del relato. María no debió desanimarse; inmediatamente dio instrucciones a los sirvientes para que hicieran lo que Jesús les dijera. Y en lugar de encogerse de hombros ante la falta de vino, Jesús se dispuso inmediatamente a realizar su primer milagro.

Sea como sea, el significado espiritual ofrece algo mucho más profundo.

Las bodas de Caná representan una iglesia buena y receptiva entre los gentiles. La falta de vino significa que la iglesia carece de una verdadera comprensión de las cosas espirituales. Jesús representa la bondad divina del Señor, y su madre -que representa la verdadera iglesia del Señor en la tierra- ha notado la falta.

Pero la identidad de la verdadera iglesia del Señor está cambiando; el Señor nació como Jesús para poner fin a la iglesia judía en ese papel y lanzar la iglesia cristiana. "Mujer" representa simplemente una iglesia; cuando Jesús la llama así indica que en un sentido espiritual Él no tiene una iglesia madre. Él está allí para iniciar una nueva iglesia madre.

"Hora" representa un estado espiritual, y "venir" significa una unión de estados espirituales. Así que cuando Jesús dice "mi hora aún no ha llegado", significa que su estado espiritual aún no ha sido introducido a la iglesia entre los gentiles.

En conjunto, pues, este versículo representa un punto de transición. El Señor ha estado utilizando la iglesia judía durante unos 2.000 años para preservar los significados espirituales, aunque la gente de la iglesia no lo supiera y no fuera especialmente espiritual. Pero ha llegado el momento del cambio. La nueva iglesia aún no ha comenzado - no tiene vino - pero la iglesia judía ha perdido su lugar - ya no es "madre", sino simplemente "mujer".