Deuteronomio 18:19

Versículo 19. Y sucederá que quien no obedezca la percepción de la voluntad del Señor revelada a través de estas doctrinas para su guía, pecará contra el conocimiento, y así dañará su alma. [Nota (versículos 15-19).-Estos versículos parecen enseñar que el Señor se revela siempre a la raza humana en un carácter acomodado a su estado, de ahí el número de religiones que han existido en el mundo, y de ahí que los atributos de la Deidad, tal como los concebían los judíos, la primera Iglesia cristiana y de nuevo la Nueva Iglesia, sean muy diferentes; y de ahí la necesidad, cuando llegó el momento, de que el Señor apareciera en la tierra en forma humana, para que no se confundiera su carácter; este advenimiento se predice evidentemente en sentido literal en estos versículos. En el sentido espiritual, se describe la aceptación de la doctrina de la Divinidad absoluta del Señor Jesucristo como el único Dios, con las verdades que se derivan de ella, lo que también se entiende por la Segunda Venida del Señor (Apocalipsis Explicado 870). Debe ser evidente para la mente cándida que el Señor Jesucristo no ha sido aceptado por la primera Iglesia Cristiana, en todo caso en la idea popular, como el único Dios (el Alfa y la Omega), sino como una Deidad secundaria, distinta y en cierto modo inferior a otra Deidad que se llama el Padre, y cuyo carácter se representa como muy diferente; De modo que se dice que esta última requiere intercesión, e incluso que se apacigua con los sufrimientos de la primera; de modo que, se diga lo que se diga en los credos, se piensa en dos dioses en la mente, tan separados y distintos como los de las religiones que se llaman politeísmos.]