Apéndice a la obra El Caballo Blanco #1

Door Emanuel Swedenborg
  
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1. APÉNDICE AL TRATADO SOBRE “EL CABALLO BLANCO

Que un “caballo” signifique el entendimiento de la verdad, y en el sentido opuesto los razonamientos, que aparecen como si fueran el resultado del entendimiento en confirmación de la falsedad, necesariamente parecerá extraño en nuestros días; por lo mismo aduciré aquí más pasajes de la Palabra, en donde se menciona el caballo. He aquí esos pasajes:

“¿Está enojado Jehovah contra los ríos? O de enciende contra los ríos tu indignación, o contra el mar el desborde de tu ira, para que cabalgues sobre tus caballos, sobre tus carros de salvación… Tú marchas sobre el mar con tus caballos, sobre la mole de las grandes aguas.” – Habacuc 3:8, 15.

“… Los cascos de sus caballos son reputados como pedernal, y las ruedas de sus carros son como el torbellino.” – Isaías 5:28.

“¡A tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo yacen postrados en un sueño profundo!” – Salmos 86:6.

“… y trastornaré el trono de los reinos; y destruiré la potencia de los reyes de las naciones; y volcaré los carros de guerra y los que van en ellos; y caerán los caballos y sus jinetes, cada uno bajo la espada se hermanan.” – Hageo 2:22.

“Y yo cortaré de en medio de Efraím el carro de guerra, y el caballo de en medio de Jerusalén… porque él habla a paz a las naciones.” – Zacarías 9:10.

2. En estos pasajes “caballo” significa el entendimiento de la verdad de la iglesia; y “carro” la doctrina derivada de allí; y “los que corren en los carros y en los caballos.” Significan los que tienen entendimiento y retienen la doctrina de la Palabra. Esto puede aparecer más evidente por los pasajes siguientes:

“… Congregaos y venid juntos de todas partes al sacrificio mío, que preparo para vosotros, sacrificio grande sobre las serranías de Israel; para que comáis carne y bebáis sangre… y en mi mesa os hartaréis de caballos y de los tiros de carros… Así manifestaré mi gloria entre las naciones.” – Ezequiel 39:17, 20, 21.

“…Venid; juntaos a la cena del gran Dios; para que comáis carne… de caballos y de sus jinetes.” – Apocalipsis 19:17, 18.

Aquí se trata de la Nueva Iglesia que deberá ser establecida por el Señor, y que el entendimiento de la Palabra será entonces abierto y serán instruidos en la doctrina de la verdad proveniente de ella; de otro modo, ¿no sería hasta ridículo decir que “Se sentarán a la mesa del Señor con caballos y carros, y comerán carne de caballos y de sus jinetes? Además, el significado de “caballo” y “carro” es evidente por los pasajes siguientes:

“¡Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente!... Monta tu carro a causa de la verdad.” – Salmos 45:3, 4.

“¡Cantad, exaltad al que camina en las nubes!” – Salmos 68:5.

“Jehovah camina sobre una nube.” – Isaías 19:1.

“¡Tributad fortaleza a Dios! Sobre Israel está su majestad, y su poder en los cielos. ¡Terrible eres, oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel es el que da fortaleza y fuerza al pueblo.” – Salmos 68:34, 35.

“Dios vuela sobre un querubín.” – Salmos 18:10

“Entonces te deleitarás en Jehovah, y yo te haré correr sobre lugares altos de la tierra.” Isaías 58:14; Deuteronomio 32:12, 13.

“Yo haré caminar a Efraím.” – Oseas 10:11.

En estos lugares “caminar o correr” significa instruir y ser instruido en las verdades de la doctrina, y por ende ser sabio. “Los altos lugares de la tierra” significa las verdades más sublimes de la iglesia, y “Efraím” también significa el entendimiento de la Palabra. Lo mismo se significa por los “caballos” y los “carros” en Zacarías.

“… Vi cuatro carros de guerra que iban saliendo por entre dos montes; los cuales montes, eran montes de bronce. En el primer carro había caballos rojos; y en el carro segundo caballos negros; y en el carro tercero, caballos blancos; y en el cuarto carro, caballos tordillos, veloces; … y el ángel contestó, diciéndome: Estos caballos son los cuatro vientos del cielo, que van saliendo de su puesto, junto al Señor de toda la tierra. Los caballos negros que están en el carro segundo, salen hacia la tierra del Norte, y los blancos salen tras ellos; y los tordillos salen hacia la tierra del Sur y los tordillos veloces salieron, y deseaban caminar para recorrer la tierra. Y el ángel les dijo: ¡Caminad! ¡Recorred la tierra! En efecto, ellos recorrieron la tierra. El ángel entonces me llamó, y me habló, diciendo: Mira que los que salieron hacia la tierra del Norte, han sosegado la indignación de mi espíritu contra la tierra del Norte… Y los que están lejos vendrán y edificarán el Templo de Jehovah; y conoceréis que Jehovah de los Ejércitos me ha enviado a vosotros. Es decir que esto os sucederá, si escuchareis atentamente la voz de Jehovah vuestro Dios.” – Zacarías 6:1-8, 15.

Y también por estas palabras en el Apocalipsis:

“Vi cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos; y el primero de los cuatro seres vivientes, que decía, como con voz de trueno: ¡Ven! Y miré, y he aquí un caballo blanco, y su jinete tenía un arco, y le fue dada una corona; y salió venciendo, y para vencer. Y cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía ¡Ven! Y salió otro caballo, rojo; y a su jinete le fue dado quitar de la tierra la paz, y hacer que los hombres se matasen unos a otros; y le fue dada una grande espada. Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía ¡Ven! Y miré, y he aquí un caballo negro, y su jinete tenía una balanza en su mano. Y oí una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario, y no dañes el aceite ni el vino. Y cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: ¡Ven! Y miré, y he aquí un caballo pálido, y su jinete se llamaba la Muerte, y el mundo de los muertos seguía en pos de él. Y a estos les fue dad autoridad sobre las cuatro partes de la tierra, para matar a espada y con hambre y con peste, y por medio de las fieras de la tierra.” (6:1-8).

Por “el libro”, los sellos del cual el Cordero abrió, se entiende la Palabra, y por la Palabra es evidente que el entendimiento de ella puede surgir porque ¿qué otra cosa podría entenderse por “caballos que salen de un libro abierto?”

3. De las mismas expresiones en el sentido opuesto es evidente que “caballo” significa el entendimiento de la verdad, y “carro” doctrina; y sin embargo en el sentido opuesto, “un caballo” significa el entendimiento de la verdad cuando es falsificada por los razonamientos, y “un carro” la doctrina de la herejía derivada de aquella; como en los pasajes siguientes:

“¡Ay de los que bajan a Egipto por socorro, y se apoyan en caballos y ponen su confianza en carros de guerra porque son muchos, y en caballería por ser muy fuerte; pero no miran al Santo de Israel; … pero los egipcios son hombres, y no Dios, y sus caballos son carne, y no espíritu; cuando pues Jehovah extendiere su mano, tropezarán los ayudantes y caerán los ayudados, y todos ellos fracasarán juntos.” – Isaías 31:1, 3.

“Cuando hubieres llegado a la tierra que Jehovah tu Dios te da, y la tuvieres en posesión, y habitares en ella, y dijeres: Yo quiero poner sobre mí un rey, como todas las naciones que están en mis alrededores; indispensablemente pondrás sobre ti por rey a aquel que escogiere Jehovah tu Dios; a uno de en medio de tus hermanos pondrás por rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre de tierra extraña, que no fuere hermano tuyo. Tu rey, empero, no ha de multiplicar para sí caballos, ni hará volver el pueblo a Egipto para hacer que abunden los caballos; por cuanto Jehovah os ha dicho: nunca más habéis de volver por este camino.” – Deuteronomio 17:14-16.

Estas cosas se dijeron, porque “Egipto” representa al hombre natural, que por razonamientos sacados de los sentidos corporales, pervierte las verdades de la Palabra. Porque ¿Qué otra cosa podría entenderse por “los caballos de Egipto son carne, y no espíritu” y por “el rey no multiplicará caballos”, sino falsedades de religión?

“Asur no nos salvará, no correremos a caballo.” – Oseas 14:4.

“Algunos confían en carros, y otros en caballos; nosotros glorificaremos el nombre de nuestro Dios.” – Salmos 10:8.

“Porque así dijo Jehovah el Señor, el santo de Israel… Antes habéis dicho: no, pues que a caballo huiremos; por tanto, tendréis que huir; y sobre veloces corceles cabalgáramos; por tanto, serán veloces los que os persiguen.” – Isaías 30:15, 16.

“Contra los pastores se ha encendido mi ira, y castigaré a los machos cabríos; porque Jehovah de los Ejércitos ha visitado su rebaño, la casa de Judá; y los pone como majestuoso caballo suyo en la batalla. De ella saldrá a la piedra angular, de ella el clavo, de ella el arco de batalla, de ella todo caudillo juntamente. Y serán como valientes que huellan a sus enemigos en el barro de las calles; y pelearán, por cuanto Jehovah está con ellos y los jinetes serán avergonzados.” – Zacarías 10:3-5.

“Así dice Jehovah el Señor: he aquí que voy a traer contra Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes, desde el norte, con caballos y carros y caballería y asamblea de naciones y mucha gente. Y matará a espada a tus hijas en el campo, y pondrá cerco contra ti, y levantará contra ti terraplenes, y alzará contra ti paveses. Y pondrá sus arietes contra tus muros, y derribará tus torres con sus hechas. A causa de la muchedumbre de sus caballos, te cubrirá el polvo de ellos; por el estruendo de su caballería y de sus carretas y de sus carros de guerra temblarán tus muros, cuando él entrare por tus puertas como quien entra en una ciudad en la cual abrió una brecha con los cascos de sus caballos hollarán todas tus calles; a tu pueblo le matará a espada, y las columnas de tu fuerza bajarán a tierra.” – Ezequiel 26:7-11.

En la Palabra “Tiro” significa la iglesia en cuanto al conocimiento del bien y la verdad; y “el rey de Babilonia”, sus falsificaciones y su profanación; y por causa de esto se dice que “vendrá con caballos, y carros, y caballería, y a causa de la muchedumbre de sus caballos lo cubrirá el polvo de ellos.”

“¡Ay de la ciudad sanguinaria! Toda ella está llena de mentiras y de rapiña; nunca suelta la presa. ¡Oyese estruendo de látigos, y estruendo de ruedas impetuosas, y de caballos que corren, y de carros que ruedan, y de caballería que carga! ¡Se ve también el brillo de la espada, y el relampagueo de la lanza; y hay una multitud de muertos; montones de cadáveres; y no hay fin de los cuerpos muertos; tropiezan las gentes contra los cuerpos muertos! A causa es esto de la muchedumbre de las fornicaciones de la ramera, la hermosa y agraciada; maestra de hechizos; la cual esclaviza a las naciones con sus fornicaciones, y a las parentelas de la tierra con sus hechizos.” – Nahúm 3:1-4.

“Una ciudad sanguinaria” Significa doctrina sacada de las verdades de la Palabra falsificadas. Además, en otros pasajes, como (Isaías 5:26, 28; Jeremías 6:23; 8:16; 46:4, 9; 50:37, 38, 43; Ezequiel 17:15; 23:5, 20; Habacuc 1:6, 8-10; Salmos 66:11, 12; 147:10). El entendimiento de la verdad de la Palabra, falsificada y destruida, es también significada por “los caballos rojo, negro y pálido”, en el Apocalipsis (6:4, 5, 8). Por cuanto, pues, que el entendimiento de la verdad es significado por “un caballo”, y en el sentido opuesto, el entendimiento de la falsedad, puede aparecer por lo mismo que es la cualidad de la Palabra en el sentido espiritual.

4. Sabido es que en Egipto hubo jeroglíficos que fueron inscritos en las columnas y en los muros de los templos y de otras construcciones, y que nadie en nuestros fías es capaz de descifrar su significado. Esos jeroglíficos no fueron otra cosa más que la correspondencia de las cosas naturales y espirituales, a cuya ciencia se aplicaban los egipcios, más que ningún otro pueblo de Asia, y según la cual los más antiguos pueblos de Grecia formaron sus fábulas. Porque este estilo y solamente este, fue el más antiguo estilo de composición. A esto debo agregar esta nueva información: que todas las cosas vistas por los espíritus y los ángeles en el mundo espiritual, son solamente correspondencias; y toda la Escritura Sagrada, a causa de esto, está escrita por correspondencias, para que ello pueda ser el medio de unión entre el cielo y los hombres de la iglesia y los ángeles del cielo. Pero como los egipcios, y con ellos los pueblos de los reinos de Asia, comenzaron a convertir esas correspondencias en idolatrías, a las cuales se adhirieron los hijos de Israel, se les prohibió a estos usar aquellas idolatrías. Esto es evidente por el primer precepto del Decálogo, que dice:

“No harás para ti escultura, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni de lo que está abajo en la tierra, ni de lo que están en las aguas debajo de la tierra; no te inclinarás a ellas, ni les darás culto; porque yo soy Jehovah tu Dios; Dios celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odias.” – Deuteronomio 5:8, 9.

Además de otros muchos pasajes por donde quiera. De aquel tiempo a acá la ciencia de las correspondencias llegó a olvidarse, y sucesivamente a tal grado que, al presente hay escasamente quien conozca que existió y que puede ser algo. Pero porque el Señor está ahora estableciendo la Nueva Iglesia que tendrá su fundamento en la Palabra, y que se significa por la Nueva Jerusalén en el Apocalipsis, le plugo al Señor revelar esta ciencia, y así abrir la Palabra, que interiormente está en su seno o sea en su sentido espiritual. Esto lo he hecho en las obras intituladas Arcanos Celestiales, y el Apocalipsis Revelado. Como la ciencia de las correspondencias fue estimada por los antiguos, la ciencia de las ciencias, y constituía la sabiduría de ellos, es importante para algunos dedicar su atención a esta ciencia, y esto puede hacerse especialmente por las correspondencias descubiertas en El Apocalipsis Revelado y demostradas por la Palabra.

  
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Traducido por el Dr. Calleja al español de la traducción al inglés por el Rev. John Whitehead. Transcrito y revisado por Daniel Calvo Naranjo y pelo Rev. Johnny Villanueva.