from the Writings of Emanuel Swedenborg

 

El Cielo y el Infierno #2

Studere hoc loco

  
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Capítulo 1 (EL CIELO): El Dios del Cielo es el Señor

2. Lo primero será saber quien es el Dios del cielo, puesto que de ello dependen las demás cosas. En el cielo entero sólo el Señor es reconocido por Dios del cielo y ningún otro. Allí dicen, como Él mismo enseñó:

Que Él es uno con el Padre; que el Padre es en Él y Él en el Padre; que quien ve a Él, ve al Padre y que todo lo Santo procede de Él (Juan 10:30, 38; 14:9-11; 16:13-15).

He hablado varias veces con los ángeles sobre este particular, y siempre han dicho, que en el cielo no se puede partir lo Divino en tres, porque saben y sienten que la Divinidad es única, y que es única en el Señor. También han dicho, que los de la iglesia que llegan del mundo, teniendo la idea de tres Divinidades (Divinas Personas), no pueden ser admitidos en el cielo, puesto que su pensamiento pasa continuamente de uno a otro, y allí no es permitido pensar tres y decir uno; porque cada uno en el cielo habla por el pensamiento, siendo así que allí el hablar es pensar, o sea el pensar es hablar, por lo cual los que en el mundo han dividido la Divinidad en tres, formándose separada idea de cada uno, y no habiéndolos reunido y concentrado en el Señor, no pueden ser recibidos, porque en el cielo tiene lugar una comunicación de todo pensamiento; por lo cual si allí entrase alguien que pensara tres y dijera uno, sería en seguida descubierto y rechazado. Pero hay que saber que todos aquellos que no han separado la verdad del bien, o sea la fe del amor, al ser instruidos en la otra vida, reciben el celestial concepto del Señor de que Él es el Dios del universo. Otra cosa sucede con los que han separado la fe de la vida, es decir, los que no han vivido conforme a los preceptos de la verdadera fe.

  
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Swedenborg en Español website and Swedenborg Library, Bryn Athyn College of the New Church, Bryn Athyn, Pennsylvania.

Bibliorum

 

Juan 14:10-11

Study

      

10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas el Padre que permanece en mí, él hace las obras.

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

      

from the Writings of Emanuel Swedenborg

 

Arcana Coelestia #2305

Studere hoc loco

  
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2305. There are certain people who identify innocence with early childhood, for the reason that the Lord, when speaking about young children, said that heaven consisted of such, and that those who do not become as young children cannot enter the kingdom of heaven. But those who think in this fashion do not know the internal sense of the Word, nor thus what is meant by early childhood. 'Early childhood' is used to mean the innocence that belongs to intelligence and wisdom, the nature of which is such that they acknowledge that they possess life solely from the Lord and that the Lord is their one and only Father; for a person is human because of intelligence and wisdom - essentially truth and good respectively - which people have solely from the Lord. Innocence itself, which in the Word is called early childhood, exists and resides nowhere else than within wisdom, so much so that the wiser anyone is the more innocent he is. Consequently the Lord is Innocence itself, because He is Wisdom itself.

  
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Thanks to the Swedenborg Society for the permission to use this translation.