Génesis 2:18

La Biblia describe a menudo a una persona, iglesia o nación como "sola" para indicar que es de naturaleza celestial, es decir, que está motivada por el amor al Señor y guiada en la vida directamente por el Señor, y que por tanto no está rodeada por las tentaciones del mal y la falsedad. Este era el caso de la Iglesia más antigua, que está representada por el "hombre" o "Adán". Pero no se quedaría así.

Con el tiempo -muy probablemente a lo largo de muchas generaciones- la gente empezó a querer dirigirse a sí misma y a pensar por sí misma en lugar de ser dirigida por el Señor en la vida y el pensamiento. Querían conectarse más directamente con el mundo. Ya no querían estar "solos". Al hacer esto se alejaron de su estado más elevado y bendecido - representado por la declaración "no es bueno".

Así que el Señor se preparó para concederles su deseo, preparándose para darles un "ayudante", un sentido de la vida como propio, que se describe más adelante en la discusión de Génesis 2:22.